El Sol después de la tormenta

Por: Marinelis Lora Castro

Después de una tormenta, siempre sale el sol; igualmente después de una crisis corresponde la etapa de recuperación.

Los cubanos ya hemos vivido estos ciclos de la vida; por ejemplo cuando nos hemos enfrentado a huracanes de gran intensidad. En este 2020 apareció, sin ser invitada, la Covid-19; y resultó aún más peligrosa que un huracán, porque cobró la vida de muchas personas.


Luego de más de 90 días de intensa lucha contra una temida Pandemia, llega la etapa de recuperación en tres fases. La primera fase está en marcha en 13 provincias y el municipio especial Isla de la Juventud, desde el jueves 18 de junio.

En cuarentena continúan Matanzas y La Habana, porque en ellas está la “cola” de la enfermedad; término designado para las zonas donde aún existe presencia de la enfermedad, aunque en menor medida.

Las provincias que se encuentran en la primera fase podrán ir incorporándose, poco a poco, a una nueva normalidad. Durante esta se mantiene el uso obligatorio del Nasobuco; el distanciamiento físico debe continuar, incluso con restricción en la capacidad de locales, ascensores, transporte público, así como la distancia de un metro entre persona y persona.

Los trabajadores con síntomas respiratorios deben acudir al médico; no pueden presentarse en condiciones de enfermedad en sus Centros Laborales, para evitar contagiar a sus compañeros.

Es necesario mantener las medidas sanitarias como la desinfección de las manos, las superficies y el calzado. Se mantendrá la protección a los trabajadores expuestos en áreas de riesgo ( máscaras, nasobucos y otros medios). Continuarán las pesquisas diarias, casa a casa, para descartar enfermos.


Los servicios hospitalarios se restituyen en un 50% (incluidos los estomatológicos); se mantienen suspendidas las visitas a los hospitales. En esta primera fase también se dispone, para el turismo, que solo el mercado interno o nacional podrá disfrutar de las instalaciones. Sus trabajadores laborarán siete días y luego saldrán a descansar con un protocolo establecido.

En las fronteras se mantienen las restricciones de entrada y salida al país; y a los viajeros se les permitirá embarcar con un único equipaje.

El transporte urbano, rural, intermunicipal (estatal y privado) restablece con limitaciones; y solo se incorpora el interprovincial imprescindible por interés laboral. Se incluye el restablecimiento de la distribución de las cargas comerciales.

Con estas medidas de carácter general se inicia en Cuba la etapa de recuperación en su primera fase. Una “nueva normalidad”, nueva porque para evitar un rebrote debemos mantener medidas imprescindibles, garantía de la buena salud para todos.

Otras medidas laborales, tributarias, aduanales; así que para otros sectores de la sociedad, se iniciarán paulatinamente, y serán divulgadas en correspondiente medida por los medios comunicación nacional.

Aún no hay fecha para el inicio de la segunda fase, todo depende del desenvolvimiento de la primera; puede que en alguna provincia logren superar la primera fase y otras deban mantenerse en ella.

Dudas, preguntas u opiniones serán muchas; pero una vez más el llamado al orden, la previsión y , sobre todo, a la disciplina, el esfuerzo, trabajo, consagración e inteligencia de todos es fundamental para enfrentar meses duros y decisivos.

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