
La República que no quería Martí
Eran las 12:10 de aquel 20 de mayo de 1902. En la azotea del otrora Palacio de los Capitanes Generales devenido en Palacio Presidencial fue izada la bandera que “orgullosa lució en la pelea, sin pueril ni romántico alarde.” Se anunciaba que Cuba era ya República, aunque no fuera aquella añorada y peleada por varias generaciones de cubanos y que conquistaría toda la justicia.Quince minutos después fue insólitamente arriada por capricho del interventor yanqui Leonard Wood, quien una vez que acabó su cargo como Gobernador, quiso llevársela de trofeo.