Los primeros estatutos de la Universidad de Oriente entraron en vigor el 23 de marzo de 1949, o sea, un día después de la oficialización de nuestro centro.
Con ellos quedaba resuelto el mayor conflicto que tuvo la Universidad en ciernes, y que hoy pudiera definirse en la siguiente interrogante: ¿debía ser, la Universidad de Oriente, pública o privada?
A favor de que fuera privada estaban casi todos los miembros del Consejo Directivo. La mayoría de los profesores, por su parte, sostenían que “una Universidad de tipo absolutamente privado, exclusivista, de gobierno personal” no les interesaba, y que la nueva Universidad debía ser: AUTÓNOMA, OFICIAL, PÚBLICA, DEMOCRÁTICA Y CUBANA; sin más restricciones que las exigidas por la calidad de la enseñanza, fundamentalmente preocupada por el desarrollo de la alta cultura, la investigación científica y técnica, la formación ética y ciudadana de la comunidad; en una palabra, la creación de espíritus libres, cultivados y aptos para las formas superiores de la natural convivencia humana.
La burguesía oriental también tenía criterios compartidos. Unos abogaban por una Escuela aristocratizante o católica, y los más preferían que esta fuera pública, democrática y popular: a la altura de los nuevos tiempos. La Sociedad de Estudios Superiores de Oriente (SESO) y el IV Congreso de los Colegios Católicos respaldaron la posición del Consejo Directivo. Los estudiantes, sin embargo, apoyaron la decisión de la mayor parte del claustro y las agrupaciones cívicas.
En noviembre de 1948 se efectuaron conversaciones entre el ministro de Educación y el Consejo Directivo. Una comisión mixta integrada por profesores de la Universidad de la Habana y la Universidad de Oriente –donde había miembros de los dos grupos en pugna– evaluó la situación y; de ese trabajo, surgió la solución para el conflicto y, con ella, nuestros primeros Estatutos.
Finalmente el Ministerio se pronunció, el 10 de diciembre de 1948: la Universidad de Oriente no sería privada. A partir de ese instante, debía obtener la oficialización y los créditos para ser aprobada por la Cámara. Solo una campaña de alcance nacional lograría el objetivo de dotar a Santiago de Cuba de una Universidad.
En virtud de la Ley no. 16 de 22 de marzo de 1949, la Universidad de Oriente sería oficializada e incluida en el presupuesto y, al día siguiente, sus primeros Estatutos fueron puestos a la disposición de su comunidad.
Tras este paso, aumentó el número de alumnos, al rebajarse el costo de la matrícula; se contrataron más profesores; se comenzó la remodelación del antiguo Hospital Militar, con la cooperación de los docentes y estudiantes; se ensayaron nuevos sistemas de calificación; se abrió la Escuela de Verano y se otorgó matrícula gratis a personas de bajos ingresos.
Los Estatutos fundacionales fueron modificados posteriormente, en varias ocasiones, atemperándolos a las circunstancias históricas, pero el espíritu de aquellos primeros y el lema de “Ciencia y Conciencia” aún distinguen a la Universidad de Oriente.
Los primeros Estatutos de la Universidad de Oriente fueron redactados por una comisión, integrada por los doctores José Gutiérrez, Elías Entralgo y Raúl Roa por la Universidad de La Habana, y Felipe Salcines Morlote, Pedro Cañas Abril y Felipe Martínez Arango por la Casa de Altos Estudios oriental
Solo una campaña de alcance nacional lograría el objetivo de dotar a Santiago de Cuba de una Universidad
Tras la oficialización, fue remodelado el antiguo Hospital Militar, única construcción existente en los terrenos asignados a la Universidad. No sería hasta el 31 de marzo de 1950 que se trasladarían, hasta aquí, los primeros departamentos
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