Nuestros primeros Estatutos

A fines del año 1948 en la Universidad de Oriente cobraba fuerza la polémica sobre si la recién abierta Casa de Altos Estudios oriental debía ser o no pública, oficial y autónoma.

La demanda tomó carácter provincial. El Ayuntamiento dio su apoyo a la Universidad, tanto como otras agrupaciones cívicas y sindicales.

Hacia los primeros meses de 1949 el conflicto se concentraba en las posiciones de algunos profesores, como Pedro Cañas Abril y Felipe Martínez Arango, que reclamaban un estatus jurídico igual al de la Universidad de La Habana, y un segmento de la burguesía oriental que reclamaba para el campus académico un carácter privado.

Las conversaciones entre el Ministro de Educación y las diferentes comisiones de los grupos en pugna trajeron, de regreso a la UO, a las actividades docentes –que llegaron a ser suspendidas-, y a algunos profesores que, durante el conflicto habían sido removidos de sus puestos. Además se redactaron los Primeros Estatutos Provisionales de la Universidad de Oriente, puestos en marcha el 23 de marzo de 1949.

Este documento mostraba posiciones de progreso, tales y como expresaban las reformas universitarias de la década del 20.

Algunos de sus artículos fueron:

Artículo 2: La Universidad es un centro autónomo, con plena capacidad para regirse así misma, en todos los órdenes, y nunca limitará ese carácter esencial de su constitución.

Artículo 3: La Universidad de Oriente comprenderá las facultades y Escuelas que acuerde el Consejo Universitario. Las mismas se subdividirán en las secciones y departamentos que crea conveniente el propio Consejo […].

Artículo 5: La Universidad de Oriente es un centro de enseñanza e investigaciones superiores, destinado al desarrollo de la alta cultura, a la orientación y mejoramientos de los valores cívicos y morales, al progreso de la técnica y a la preparación profesional.

Los fines y actuaciones de la Universidad responderán siempre a una elevada función de utilidad social y de servicio al pueblo.

Artículo 8: La Universidad de Oriente velará con todo celo por la educación moral y cívica de sus alumnos. También proporcionará a éstos la educación física necesaria a la salud individual. El perfeccionamiento armónico del estudiantado en su triple aspecto intelectual, moral y físico, será objetivo de la Universidad, que cuidará con la debida atención del cultivo integral de todas las posibilidades beneficiosas de la personalidad humana.*

Estos Estatutos, aunque contenían estrecheces y omisiones en su articulado según afirma la bibliografía consultada, fueron elaborados gracias a la voluntad soberana de profesores y estudiantes, atendiendo a la situación y el contexto histórico del centro en aquellos momentos, que requería de una oficialización inmediata. Estas disposiciones serían la base para el mejoramiento y los nuevos estatutos de la Universidad de Oriente en 1960.

Bibliografía:

Portuondo, Olga y otros: La Universidad de Oriente, Ciencia y Conciencia.

Departamento de Relaciones Culturales: Leyes y Estatutos de la Universidad de Oriente. Asamblea Estatuaria, 1959.

Departamento de Historia. Universidad de Oriente: Hitos de sus 60 Años de Historia, 2006.

* La Universidad de Oriente, Ciencia y Conciencia, pp. 45-46.

Foto_Estatutos

Recorte de la prensa de la época, en el que se reseña la sanción de los Estatutos por parte del Ministro de Educación, Dr. Aureliano Sánchez Arango, y la entrega de aquellos a los doctores Felipe Martínez Arango y Pedro Cañas Abril

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3 comentarios

  1. Cierta y realmente los mejores estatutos y únicos de esta casa de estudios… lo demás de ahí para allá son puara palabrería que algún dí se llevará el viento…

  2. Ciertamente, se consideran unos estatutos revolucionarios para la época, y más allá, porque permitieron que profesores de todas las militancias políticas e ideológicas, incluyendo la comunista, pudieran profesar cátedras aquí, contribuyendo no sólo a la formación profesional integral sino de una conciencia denocrática, antifascista, y revolucionaria entre la juventud, y todo eso en medio de la guerra fría. También tuvo sus carencias, porque entre otras cosas no se admitió el cogobierno universitario,pero cuando uno compara la Reforma de la Educación Superior de 1962 con esos Estatutos veremos la coincidencia en muchos de ellos.

  3. Siempre es bueno conocer sobre los inicios de nuestra universidad. Creo que hace que los estudiantes que revisamos La Tablilla, ganemos en sentido de pertenencia por un centro con tanta historia y que en mi opinión, podría ser más divulgada.

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