Por: Loraine Castillo De los Reyes (estudiante de Periodismo)
El cuidado del cuerpo y la manera en que nos ven los demás siempre es motivo de preocupación. A todos nos gusta lucir bien porque, además de ser estético, es saludable. Observando los productos audiovisuales que por varias vías llegan a nuestras manos, aparecen artistas internacionales haciendo un uso comercial de su cuerpo. Son estos quienes imponen tendencias de vestuario que exigen un físico ideal para la juventud, principalmente los adolescentes.
En su afán por estar a la moda, muchos jóvenes toman como medidas regular su alimentación o ir al gimnasio bajo la tutela de un profesional. No obstante, algunos abusan de las dietas y los aeróbicos, exigiéndose al extremo.
Esta obsesión por el físico, generalmente conlleva a serios trastornos alimenticios como la bulimia y la anorexia, enfermedades mentales relacionadas con el temor a engordar. Las patologías se caracterizan por el rechazo a la comida o el deseo impulsivo de esta, provocando luego sentimientos de culpabilidad en el enfermo.
No son pocos los hombres y mujeres que, víctimas de estas enfermedades, sufren gran debilidad y desnutrición debido a la ingesta insuficiente de alimentos. Ello, a su vez, provoca pérdida excesiva de peso, que se acompaña de una visualización distorsionada de la imagen.
La mayoría de las personas creen que estos trastornos son propios de las féminas, sin embargo, muchos hombres, mayormente adolescentes, también los padecen. En ambos sexos el principal motivo del padecimiento es la preocupación obsesiva por el peso, sintiéndose inconformes con su cuerpo y dañando su autoestima.
Estos trastornos alimentarios diariamente golpean a la juventud, pues las ansias de ser aceptado terminan afectando sus sentimientos y estado anímico, lo que repercute en su salud.
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