Texto y fotos: Gabriel Alejandro Gómez Aroche.
Este martes, la Universidad de Oriente fue el escenario de la gala Todos somos diferentes, una noche llena de diversidad y talento artístico. El evento fue un verdadero derroche de personas con distintas formas de sentir y expresar, pero con un denominador común: la alegría de los niños que asistieron al teatro de la Universidad.
Estudiantes de Psicología, profesores y directivos de la Casa de Altos Estudios oriental unieron sus esfuerzos para llevar a cabo una celebración única, donde todos pudieran disfrutar y celebrar la felicidad de ser iguales en medio de la diversidad. La voluntad de ser felices y la creatividad fueron características destacadas en esta gala, especialmente dedicada a los príncipes enanos.
Desde el inicio del evento, la energía positiva y el entusiasmo se hicieron presentes. La sala del teatro estaba repleta de personas de todas las edades, expectantes por presenciar una noche mágica. Los estudiantes de Psicología, quienes estuvieron a cargo de la organización, prepararon una serie de sorpresas y regalos especiales para todos los presentes.
La gala comenzó con una colorida presentación de baile, donde los pequeños artistas demostraron su talento y desbordaron alegría en cada movimiento. Los aplausos y las sonrisas se multiplicaban en el público, contagiando a todos con una sensación de gozo y camaradería. La diversidad de talentos y habilidades en el escenario reflejaba la riqueza de la comunidad universitaria.
A medida que avanzaba la noche, los asistentes se dejaban llevar por la magia del momento. Cada número artístico era recibido con entusiasmo y admiración, y los pequeños príncipes enanos eran los protagonistas indiscutibles de la velada. Sus risas y travesuras inundaban el teatro, recordándonos la importancia de conectarnos con nuestro niño interior y disfrutar de la vida sin prejuicios.
Incluso en momentos inesperados, cuando parecía que la oscuridad podría adueñarse del ambiente, la luz de cada persona presente brillaba con fuerza. La gala “Todos somos diferentes” se convirtió en un espacio de inclusión y aceptación, donde cada individuo pudo expresarse libremente y ser valorado por su singularidad.
Al finalizar la noche, los aplausos resonaron con fuerza en el teatro de la Universidad de Oriente. La gala había cumplido su propósito de celebrar la diversidad y fomentar la alegría compartida. Los organizadores, estudiantes, profesores y directivos, se despidieron con la satisfacción de haber creado un evento especial, donde todos pudieron ser iguales en su singularidad.
La gala Todos somos diferentes dejó una huella imborrable en la comunidad universitaria. Fue un recordatorio de que la diversidad es una fortaleza y que la verdadera alegría se encuentra en aceptarnos y celebrar nuestras diferencias. Sin duda, este evento será recordado como un momento de encuentro, amor y diversión en la Universidad de Oriente.
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