Estimada, Martha del Carmen Mesa Valenciano, miembro del Consejo de Estado y Viceministra Primera del Ministerios de Educación Superior
Estimados miembros del Consejo de dirección,
Estimados representantes de las Organizaciones políticas y de masas,
Estimados premios del año 2017 y condecorados
Estimados profesores y trabajadores:
Apenas a unas jornadas de haber festejado el 95 aniversario de la Federación Estudiantil Universitaria, nos convocamos juntos, todos, educadores y educandos, a compartir celebraciones que cada diciembre, nos retribuyen lo mucho que un pedagogo hace durante toda una vida, por varias generaciones que crecen bajo su tutela. Lejos de parecer una formalidad, estas líneas solo pretenden hacer público el reconocimiento infinito a aquellos que día tras día depositan en cada hombre toda la obra humana que le ha antecedido.
Cuando se acerca el mes de diciembre vienen a nuestras mentes palabras como educación, instrucción, cartilla, manual, libertad y Fidel y es que precisamente un día como hoy pero del año 1961 se dio la noticia de la culminación exitosa de la Campaña de Alfabetización y Cuba fue proclamada Territorio Libre de Analfabetismo. Por lo que se declara esta fecha, como Día del Educador.
Para nosotros este festejo se produce en medio de un contexto que resume y sintetiza un cúmulo de esfuerzos en los que de una manera u otra nos hemos involucrado en eventos de trascendental importancia para la gestión de la calidad de nuestro centro como lo fue la evaluación institucional, así como el logro de múltiples resultados en el orden de la docencia, la ciencia, la investigación, la innovacióny la extensión universitaria, donde algunos de nuestros educadores han sido acreedores de condecoraciones, distinciones, premios nacionales e internacionales que explican y expresan la valía profesional y humana de los mismos.
Múltiples pedagogos pudiera citar en esta ocasión para significar el extraordinario valor que tiene la formación y el papel del educador en dicho empeño, pero deseo referir esta vez una idea de Simón Rodríguez, maestro del Libertador Simón Bolívar, cuando destacó la diferencia entre instruir y educar y cito:
“instruir no es educar. Enseñen y tendrán quien sepa; eduquen y tendrán quien haga”.
Hacer y enseñar a hacer serían entonces nuestras palabras claves en un escenario en que los paradigmas educativos van cambiando de la retórica verbalista hacia un pensamiento creativo y complejo que demanda y convoca al dialogo reflexivo y oportuno en la que la participación del educando es y debe ser cada vez más autónoma e independiente y es ello precisamente lo que debemos estimular desde nuestras aulas para estar a la altura de nuestro tiempo y retar así, el contexto. De ahí que la misión del educador sigue estando en la capacidad de ofrecer el método para formar principios y en ese sentido suscribo al padre Félix Varela, cuando advierte:
“educar es mostrar alternativas, caminos u opciones diferentes, para que el discípulo decida cuáles ha de elegir”, y además, “enseñar al hombre a pensar por sí mismo desde sus primeros años, o mejor, quitarle los obstáculos que le impiden pensar”.
Saludos entonces a todos los que hoy se unen a este imperativo de forjar el intelecto de cada uno de nuestros estudiantes desde la vocación que presupone educar y cultivar sentimientos con el ejemplo cotidiano y el favor de la virtud y los exhorto a que continúen junto a nosotros formando nuevos profesionales CON TALENTO Y MUCHO MÁS CORAZÓN.
FELICIDADES A TODOS LOS EDUCADORES DE NUESTRA QUERIDA UNIVERSIDAD DE ORIENTE.
FELIZ 2018, AÑO 60 DE LA REVOLUCIÓN.
Muchas gracias.
Dra. C. Diana Sedal Yanes
Rectora
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