Cuando este episodio epidemiológico mundial, digno de una película de ciencia ficción, haya sido superado, nuestras vidas no volverán a ser como antes.
Una vez que llegue lo que pudiéramos llamar la “nueva normalidad”, tendremos que extremar al máximo las medidas para garantizar la seguridad y la higiene, y esto supondrá eliminar algunas costumbres que han sido parte, hasta hoy, de nuestro día a día.
La clave del desconfinamiento no solo reside en lo que se pueda hacer en cada fase y lo que no, sino también en cómo vamos a reinventar algunas situaciones cotidianas que ya no son seguras.
Empezando por los saludos: los besos, los abrazos y los apretones de manos han estado prohibidos durante estos días. Y si ha sido difícil para todo el mundo, aún más para nosotros, los cubanos, que somos reconocidos y nos auto reconocemos, como personas extremadamente cálidas, expresivas y cariñosas.
La cuestión está en cómo nos saludaremos a partir de ahora: ¿inclinando la cabeza, levantando la barbilla o chochando los codos? Las opciones son múltiples, el dilema es como lo asumiremos.
Los bares y restaurantes, por citar algunos sitios, van a tener que adaptarse a los nuevos tiempos. En Lituania, por ejemplo, la barra del bar ya no se puede usar. Ahora, solo se puede consumir en el exterior del local, en mesas colocadas a dos metros de distancia la una de la otra.
Es muy probable que en España, uno de los países con más barras de bar por habitante, se adopte la misma medida; al menos, durante unos meses. Las raciones y tapas en platos compartidos pueden desaparecer; al igual que la existencia de revistas para uso común en las peluquerías u otro sitio.
Es de esperar que todos aquellos elementos susceptibles de acumular gérmenes, y que dificulten la desinfección de los locales, tiendan a eliminarse.
Centros de investigación renombrados, como la Universidad de Cambridge, realizó un estudio sobre cómo reducir el riesgo de contagio por coronavirus, una vez que se relajen las medidas de seguridad.
Propone medidas sobre como eliminar los secadores de manos de los baños públicos (secárselas con papel, aunque menos ecológico, es más higiénico), o restringir el uso de superficies potencialmente contaminadas en las oficinas, como los ordenadores o las impresoras compartidas. También recomienda que todos los aparatos posibles funcionen mediante reconocimiento de voz.
Las palancas para abrir las puertas con el pie serán mucha más usadas, en lugar de utilizar el pomo manual. De hecho constituyen uno de los inventos más demandados estos días en Amazon.
Con la epidemia ya bajo control, Corea del Sur, nación de 51 millones de habitantes, se prepara para regresar paulatinamente a la normalidad. Uno de los primeros pasos ha sido determinar cómo será el retorno a los centros laborales.
Con ese fin, el gobierno ha emitido un documento de 68 páginas con instrucciones específicas sobre cómo manejar actividades tan diversas como ir a la iglesia, comprar en mercados pequeños y medianos, comer en restaurantes, ir a la escuela, usar cibercafés, asistir a bodas o funerales, y el uso de baños públicos.
El documento es tan exhaustivo que cubre prácticamente cualquier situación en la que una persona pueda encontrarse en contacto con alguien fuera de su hogar.
Para los empleados y empleadores, además de las recomendaciones obvias (quedarse en casa si te sientes enfermo), y mantener distancia física, se insta a flexibilizar los horarios y trabajar desde el hogar.
Estas son algunas de las recomendaciones del documento:
-Los talleres y la capacitación deben realizarse online o por video.
-Si estás con un colega, siéntese a dos metros (mínimo un metro) de distancia. Mantenga la conversación al mínimo; si es necesario, cúbrase la boca.
-Evitar actividades que hagan escupir inconscientemente a la gente, como cantar.
-Desinfecta regularmente los lugares donde sus manos se tocan con frecuencia (mesa, teclado, mouse, teléfono, etc.)
El parque Disney de Shanghái volvió a abrir sus puertas al público este lunes pero con restricciones, un signo de la vuelta progresiva a la normalidad en China pese a la amenaza persistente del coronavirus.
El parque de atracciones, situado en la mayor ciudad de China, es el primero en el mundo que vuelve a abrir sus puertas desde que empezó la pandemia, con importantes consecuencias económicas para el grupo estadounidenses de entretenimiento.
A medida que la propagación del coronavirus se ralentiza en China en las últimas semanas, el país empezó a abrir algunas atracciones turísticas, como la Gran Muralla o la Ciudad Prohibida en Pekín.
En Shanghai Disneyland Park, los visitantes debían este lunes llevar mascarilla y mostrar el color verde en una aplicación de su teléfono para demostrar que no están contaminados y poder entrar.
La reanudación de la actividad será progresiva. El parque tiene previsto acoger un máximo de 24.000 personas al día durante varias semanas en vez de las 80.000 que suele acoger normalmente. Además es obligatorio reservar antes por internet.
Dentro del parque los anuncios por megafonía recuerden a los clientes que hay que mantener la distancia en la cola de las atracciones.
En el suelo, las líneas amarillas marcan la distancia mínima que hay que respetar entre las personas.
El parque prometió aumentar la frecuencia de la desinfección y limitar, o incluso anular, las interacciones entre el público y los personajes como Mickey y Donald.
A pesar de los temores, las entradas para esta primera jornada de apertura se vendieron en pocos minutos, cuando se pusieron en venta por internet, indicó la prensa local.
Interesante, verdad? Ya pensaste cómo le haremos los cubanos? Cómo será nuestra “nueva normalidad”?
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