En el primer ejercicio de Puertas Abiertas que realizan investigadores santiagueros de la Academia de Ciencias de Cuba, se trató el riesgo sísmico de la provincia como primer tema científico de gran impacto social y el cual demanda una capacitación constante por parte de la población, con la finalidad de preservar las vidas humanas.
De terremotos y sus calamidades habló el Dr.C. Ing. Tomás Jacinto Chuy Rodríguez, quien recordó los terremotos de junio de 1766 y de agosto de 1852 como los dos eventos más fuertes que han afectado nuestra ciudad, cuyas evidencias nos llegan gracias a las fotografías de la época, rescatadas por el investigador en periódicos y archivos.
La ciencia, cuyos resultados han permitido mapear los eventos sísmicos ocurridos en nuestro país, confirma que todo el territorio nacional está expuesto a ellos pero es Santiago de Cuba la zona geográfica de mayor peligro.
Por su parte el Dr.C. Ing. Darío Candebat Sánchez, experto del Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas (CNAIS) explicó los pormenores de los estudios de peligro, vulnerabilidad y riesgo que lleva adelante su institución. “Nuestra provincia y especialmente el municipio Santiago de Cuba es muy vulnerable, entre otras razones, por la cercanía al origen de los temblores, por la gran cantidad de estructuras antiguas existentes en el centro histórico, la ausencia de un mantenimiento sistemático a nuestras construcciones, la presencia de industrias que utilizan sustancias tóxicas para su funcionamiento en áreas de alto peligro sísmico, un elevado número de personas expuestas, etc”.
El experto señaló la importancia del sistema de monitoreo permanente que realiza el CNAIS y explicó que ante el peligro de terremoto de gran intensidad al que estamos expuestos de modo permanente lo mejor es capacitarse. “Es imprescindible la preparación de la población. Conocer qué hacer en el momento del temblor. Cómo protegerse dependiendo del lugar donde esté. Establecer con la familia el lugar de encuentro luego del sismo. Instruir a los niños en cómo preservarse”.
En el encuentro estudiantes del pre-universitario Cuqui Bosh y profesores de la Facultad de Construcciones reflexionaron sobre cuánto pueden aportar los investigadores de la Universidad de Oriente, desde áreas como el procesamiento de señales, la física, la matemática y otras, en bien de avanzar en la predicción de este evento natural, lo cual no es posible en la actualidad. Además, los jóvenes identificaron las carreras universitarias de mayor cercanía a este temática a través de las exposiciones de las doctoras Zenaida Paulette e Ingrid Noelia Vidaud.
La iniciativa de Puertas Abiertas de la Academia de Ciencias de Cuba tiene lugar los terceros jueves de cada mes en varias provincias del país, donde sus miembros, junto a otros investigadores se reúnen en espacios universitarios o comunitarios para compartir con la población la actualidad y resultados de diferentes áreas de ciencia.
No fue casual que en el primer encuentro que tiene lugar en Santiago de Cuba, la sismicidad de la región motivara a los expertos pues, según los cálculos matemáticos y las investigaciones desarrolladas por equipos multidisciplinarios, el período de recurrencia de terremotos de gran intensidad en nuestra área promedia entre 80 y 90 años. “Y a esto hay que hacerle caso – acotó Candebat – en estos momentos vivimos el año 87 desde el último sismo fuerte ocurrido en Santiago de Cuba en 1932 y ya es conocido el refrán de los sismólogos: donde tembló alguna vez, seguro volverá a temblar”.
Fotos: Adán Raúl Santana Arias
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Necesaria e importante la realización de estas puertas abiertas porque contribuyen con la formación vocacional hacia carreras afines a los temas debatidos y por otro lado al desarrollo y perfeccionamiento de una cultura integral sobre las características que identifican a cada uno de nuestros territorios.