Falleció el profesor Carlos de Agüero

Recientemente conocimos el fallecimiento del Lic. Carlos de Agüero Prieto, profesor de la Universidad de Oriente, jubilado desde 2003, quien laboró durante más de treinta años en la Casa de Altos Estudios oriental. Fue miembro de la Unión de Juristas (UNJC) y de la Unión de Historiadores de Cuba (UNHIC), de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana y de la Sociedad Cultural José Martí.

Natural de Santiago de Cuba, había nacido el 20 de julio de 1935. Integró las Fuerzas Armadas Revolucionarias entre 1959 y 1973, año en que comenzó a ejercer como docente en la Facultad Obrero Campesina y el Instituto Superior Pedagógico Frank País, al tiempo que cursaba estudios de Historia en el Curso Regular Diurno.

Al terminar la Licenciatura en Historia matriculó la de Derecho, los que culminaría en el año 1989. Alternó sus estudios con la docencia de Historia de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), en idioma ruso, para estudiantes de la facultad preparatoria, los que posteriormente cursarían estudios superiores en aquel país euroasiático.

A partir del año 1975, De Agüero inicia sus labores en la Universidad de Oriente; primero, como redactor y editor; después (1977) como profesor de Facultad Preparatoria y, desde 1990, como profesor de la Facultad de Derecho. Cuando se acoge a la jubilación en 2003 ostentaba la categoría docente de Profesor Titular.

Carlos de Agüero Prieto se mantuvo aportando sus conocimientos a la institución como Profesor a Tiempo Parcial hasta el momento de su fallecimiento. Llegue a sus familiares, amigos y compañeros, nuestro sentido pésame.

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3 comentarios

  1. M e da mucho dolor saber del fallecimiento del tan querido profe y lo peor de enterarme sumamente tarde, soy de los ultimos privilegiados en haber recibido conocimiento de sus ávidas manos, recuerdo como nos hablaba de un Martí Jurista amante de la vida y abolicionista de la pena de muerte, como recibíamos los primeros pasos dentro del Derecho Civil a través del Derecho Romano que se nos hacía una diversión entre divisiones de la herencia e interpretación de las Doce Tablas, como hablaba latín con mucha locuacidad, como se preocupada de nuestras familias, de ir a la beca, de como estaban nuestros bolsillos, de enseñar a las muchachas como defenderse por las calles. Nunca olvidadré al profesor amigo de Derecho Romano. Que Dios lo tenga en la Gloria para encontrarme nuevamente con él.

  2. Aunque suponemos que nos preparamos en la vida para momentos como estos, siempre no dejan de sobrecogernos. Más cuando se trata de compañeros y maestros como Agüero, sencillo, entregado y altamente comprometido con todo lo que fuera Revolución. Siempre lo recordaremos como uno de los más ejemplares discípulos de la Maestría en Derecho Constitucional y Administrativo, cual último reto que asumió quizás sin siquiera sospechar que lo era. Recuerdo ahora cuando me correspondió impartirle clases a quien fuera mi profesor, el que no dejó en esta relativa condición de discípulo, de ser el más puntual, disciplinado y respetuoso de todos. Y fue el primer graduado de la primera Edición, porque nos lo exigió y porque lo mereció. Lo recordaremos también por aquel último mensaje de felicitaciones por el nuevo año que nos enviara a tod@s sus compañer@s de la Facultad.
    Llegue a todos sus familiares el más profundo y sincero dolor por tan lamentable pérdida, siempre irremplazable. A los que continuamos nos corresponde serle consecuentes, a él y a nosotros, por haber bebido de él todo lo mejor que pudo ofrecernos.

  3. Los que tuvimos la oportunidad de compartir con el profe Agüero sentimos mucho esta pérdida. El enterarme con algo de retraso me hace sentir un poco mal. Los estudiantes y profesores de su querida Facultad de Derecho no lo olvidaremos con esa alegría que transmitía siempre y con esas inolvidables mañanas de Derecho Romano.

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