La Universidad de Oriente, a través de la Dirección de Extensión Universitaria, ha realizado el programa de actividades en saludo al 20 de octubre, Día de la Cultura Cubana.
Como es tradicional, el centro celebra esta fecha con varias acciones que se realizan en la Universidad y otras instituciones del territorio. Las actividades también han sido dedicadas al sesenta y seis aniversario de la fundación de la Universidad de Oriente.
Programa de actividades
15 de octubre Presentación del Estudio Teatral Macubá, que dirige Fátima Patterson, con la puesta en escena de la obra: Solavaya. Hora: 11:00 a.m. Lugar: Marquesina, edificio del Rectorado. Sede Antonio Maceo. Parada Jazz, con la participación de Alberto Lescay (hijo) y su proyecto Formas. Hora: 7:00 p.m. Lugar: Plaza de la Cultura. Sede Antonio Maceo. 16 de octubre Espacio “La Universidad y sus autores”, en la Biblioteca Central. Presentación del libro Un japonés en Santiago de Cuba. Invitada: Lidia A. Sánchez Fujishiro. Hora: 10:00 a.m. Lugar: Biblioteca Francisco Martínez Anaya. Sede Antonio Maceo. 17 de octubre Mangamanía, en la Residencia Estudiantil. Hora: 7:30 p.m. Lugar: Residencia. Sede Antonio Maceo. 18 de octubre Entrega de la Llave de la Comunidad de Los Hoyos a la Universidad de Oriente. Hora: 7:00 p.m. Lugar: Museo Casa Natal de Antonio Maceo. 23 de octubre Inauguración del Salón de la Cubanía. Hora: 3:00 p.m. Lugar: Vestíbulo de la Facultad de Construcciones. Sede Julio Antonio Mella.Visitas: 0
Es gratificante ver que tan solo un título -y su sentido por supuesto- mueva a la reflexión en un escenario como el nuestro de construcción de cultura y es bueno que los comentarios que me antecedieron aporten y propicien hablar de este tipo de temas que no siempre se traen al diálogo espontáneo.
Mario, excelente el aporte desde tu ciencia para que se pueda hablar con conocimiento de causa, pero igual de atinado el titular del trabajo. Solo quiero añadir algunas pocas consideraciones:
La palma real tanto como la flor de La Mariposa no son precisamente oriundas de Cuba, pero tampoco las tribus precolombinas que aunque siempre decimos constituyen las civilizaciones nativas no lo fueron en propiedad por ser la resultante de migraciones e incluso transculturaciones sucesivas de las que resultó ese cubano de ajiaco -al que describe Fernando Ortiz y q retoma Gordillo. La estrella solitaria es metáfora de la singularidad, el brillo y relumbre que proyectamos no solo desde el punto de vista geográfico o insular, sino porque desde que nos constituimos como nacionalidad consciente anhelamos zafarnos de ataduras y gravitar dueños de nuestro destino.
No obstante, la palma real y la estrella solitaria en la obra poética de nuestro primer poeta nacional José María Heredia fueron incorporadas, con ese sentimiento que desborda Heredia en su oda ¨Niágara¨, como símbolo (hoy se le llama atributo) de Cuba, de la patria anhelada incluso en el destierro. Y es que en el caso de las palmas, desde el hecho más elemental -el que presidan y pululen en nuestros campos, la mayor parte de las veces agrupadas como en ¨cuadro apretado¨- hasta el más metafórico: su esbeltez y solemnidad, la hacen ver como inseparable de la imagen de Cuba. De modo que sí, desde lo afectivo y semiológico (suscribo lo dicho por el editor) las palmas nos pertenecen porque en ellas también se ha visto, por más de dos siglos, a Cuba.
Yesey, esperaba convencido una respuesta. Claro está que para las ciencias sociales las cosas se logran tornar plurivalentes, lo cierto es que en ocasiones logramos escapar de concepciones básicas y se llega a generar una percepción inadecuada de los fenómenos, objetos… En la actualidad numerosos eventos de la vida cotidiana apelan al lenguaje de una manera otra, en la consecuente inclusión de símbolos y signos que redireccionan la comunicación frecuentemente a un público elitista, por ende capaz de realizar una lectura adecuada o por lo menos aproximada.
Entiéndase que ¨Tan cubanos como las palmas¨ está claro: se refiere a las Palmas Reales, es lo que se ha interpretado. Estaríamos generando una percepción inadecuada de la realidad; La misma cuestión se formaría en mexicanos, hodureños, estadounidenses y habitantes del caribe insular. Si vamos a comunicar a cualquier público, más al público universitario hemos de hacerlo, a pesar de la polisemantia y la iconografía, de la manera más real.
-La vida es permanente. Ella no precisa de significados ocultos para mostrar su belleza y su eternidad-. Las cosas son lo que son y no lo que en ocasiones queramos que sean aunque estemos llenos de buena intensión.
Estimado Mario:
Los símbolos se catalogan como tal, entre otras cosas, por su capacidad de representar perceptiblemente ideas, más allá de lo que estrictamente sean. La Palma Real puede no ser endémica de Cuba; pero es nuestro árbol nacional, por razones más que justificadas en nuestra historia. Sintetiza y simboliza cubanía, más allá de sus orígenes y evolución.
¿Existe alguna contradición en “cubanos como las palmas”? Quizás puedas verlo así desde la ciencia que estudias. Pero la historia, la semiótica, la cultura y la comunicación, te darán otra perspectiva sobre ese mismo titular.
La interpretación es tan rica como ese ajiaco de identidad que citas. Y es uno de los retos de escribir para el público universitario.
Con mis mejores deseos
Lic. Yesey Pérez López
Oficina de Comunicación
Universidad de Oriente
Ciertamente el día de nuestra cultura ha de ser celebrado entre las ricas manifestaciones del buen arte y también en la exposión de nuestras costumbres y valores éticos, estéticos, religiosos, culinarios, de la lengua, históricos… en fin todo lo que conforma este ajiaco de identidad que somos los cubanos, que tan bien apuntara Don Fernando Ortiz, sin embargo más motiva mi comentario el hecho de señalar desde una humilde posición sobre el título de este artículo.
Ya no escucho por primera vez ¨Tan cubanos como las palmas¨. La Palma Real, Roystonia regia, Árbol Nacional de Cuba y que ha sido escogido así por su presencia en la mayoría de las formaciones vegetales cubanas, residuo natural de los bosques semidesiduos que poblaban la Mayor de las Antillas y además por su utilidad y belleza y aparecer en el Escudo Nacional, también está representada en el escudo Yaracuy de Venezuela y habita en Honduras, México, Yucatán y numerosas regiones del caribe insular. No es una especie endémica cubana y debió llegar a la isla durante la formación de nuestro archipiélago que posibilitó la migración de especies foráneas y su aclimatación y donde hoy tenemos muchas especies que sí solo viven en Cuba.
En conjunto forman nuestra rica naturaleza como formaron las disímiles etnias que tambien se juntaron esta maravilla de gente que somos los cubanos.
!Celebremos bien este venidero 20 de Octubre!