Si te gusta una flor que habita en una estrella, es muy dulce mirar al cielo por la noche. Todas las estrellas han florecido.
Antoine de Saint-Exupéry, “El principito”
Hoy, 1ero de junio, se celebra el Día Internacional de la Infancia. La significativa fecha fue instituida, desde 1956, por la Asamblea General de las Naciones Unidas. Es una jornada propicia para promover actividades que involucren, directamente, a los “pequeños gigantes” de casa.
En la Conferencia Internacional en Defensa de la Niñez la ONU acordó que cada país tendría que instituir en su calendario el Día Internacional de la Infancia o del Niño y en la fecha que quisiera cada estado. Muchos países, como el nuestro, han mantenido la fecha que en un principio se acordó, el 1 de junio, pero en muchos otros, se modificó, celebrándose el 20 de noviembre.
Ellos, “los que saben querer” y son, definitivamente, “la esperanza del mundo”, resultan los más vulnerables ante crisis y problemas del mundo moderno.
Es preciso concientizar a la humanidad acerca de las necesidades de los pequeños; se precisa, también, reconocer a quienes trabajan sin descanso para ellos.
Los derechos de la infancia se basan en cuatro principios fundamentales:
-La no discriminación
-El interés superior del niño
-El derecho a la vida, la supervivencia y el desarrollo
-La participación de los infantes en la toma de decisiones de sus respectivas familias.
Mientras unos 600 millones de niños, en el mundo, viven en la pobreza, Cuba exhibe cifras de primer mundo, en cuanto a las atenciones que brinda a sus pequeños. En la Isla cada niño tiene su escuela, y derecho a su educación gratuita. Se vela y cuida, con denuedo, la salud de cada infante.
Sirva la fecha para extender sentidas, amplias y sinceras felicitaciones a todos y cada uno de los niños que habitan nuestro “planeta azul”.
“Viva el Día Internacional de la Infancia”
“Vivan los Niños”
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No me extrana en nada la heroica actitud de este aguerrido colectivo durante los acontecimientos producidos por el tornado. Durante mi permanencia en la direccion provincial de salud de La Habana pude constatar este hecho en las multiples visitas que realice al vetusto, bello e importante hospital de la capital y del pais, por lo explicado. No tengo la mas minima duda que se rehabilitara con el esfuerzo de todos los factores, incluyendo la participacion activa de este grandioso colectivo.