Por: Yasmani Antonio Cortina Savigne
La rápida expansión del SARS-COV-2, causante de la muerte de miles de personas en todo el mundo; así como el riesgo potencial de transmisión en Cuba, genera temor en buena parte de los santiagueros; quienes ven con preocupación cómo aumentan los casos confirmados en la Mayor de las Antillas.
Ante esta situación epidemiológica, en el contexto de la pandemia de la COVID-19, y haciendo uso de las facultades que le confiere al MINSAP, las autoridades sanitarias de la provincia de Santiago de Cuba, han dispuesto una serie de normas sanitarias que son de estricto cumplimiento.
Se impone el cumplimiento riguroso de las medidas que se han orientado. La responsabilidad de cada estudiante es determinante; así como la de cada profesor, de cada cuadro, trabajador de la Universidad de Oriente.
Si se tiene en cuenta que la Alma Mater Oriental cuenta con estudiantes que provienen desde Maisí hasta Ciego de Ávila, entonces el llamado debe tener el mismo alcance; debe llegar a cualquier parte de nuestro país adonde estén nuestros educandos. Informarse e informar a la familia para poder comprender y enfrentar, de forma eficaz, la magnitud del problema.
Toda la comunidad universitaria tiene la necesidad de entender que no estamos de vacaciones, cada cual debe continuar con su TAREA, desde el hogar.
Los alumnos: preparándose desde sus casas, a partir del Plan de Estudios de sus carreras, para vencer las materias.
Los profesores: adelantando los proyectos de investigación, los planes de estudios del próximo curso y pensando en cómo ayudar a todos los estudiantes a culminar el período lectivo exitosamente; sobre todo trabajar para lograr graduar exitosamente a los que ya terminan su carrera.
Cumplir todas estas variantes, orientadas por la máxima Dirección del país y del MINSAP, a través de los diferentes medios de difusión, será la única garantía de que el curso culmine con éxito y de que podamos salir todos airosos ante la COVID-19.
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