La Universidad de Oriente en el centenario martiano

Por M.Sc Rafael Borges Betancourt

“El estudiantado es el baluarte de la libertad y su ejército más firme”.

José Martí.

La conmemoración del centenario en el momento de haberse implantado la feroz tiranía de Fulgencio Batista el 10 de marzo de 1952, según Retamar, dio ocasión a que Cuba viviera en 1953, en torno a la obra y la memoria de Martí: “una de las confrontaciones ideológicas más intensas y dramáticas de nuestra historia”.

La Universidad de Oriente, consecuente con su filosofía educacional y el culto a Martí profesado en dicha institución desde su fundación, se insertó entre los que se esforzaron por ofrecer la imagen del verdadero Martí, cuya expresión más honda, definitivamente, hubo de ser protagonizada por los integrantes del Movimiento de la “generación del centenario” que lidereados por Fidel Castro atacaron los cuarteles militares de Santiago de Cuba y Bayamo el 26 de julio de 1953.

Al hacer un balance de los actos oficiales celebrados en el centenario de su natalicio el periódico El Mambí (órgano de divulgación del Círculo de Periodismo de la FEUO) que vio la luz el 23 de enero de 1953, dedicado al Apóstol, calificó a los asistentes como cínicos porque “o no conocen a Martí (y en ese caso nadie está autorizado a hablar de lo que no conoce) o si lo conocen no lo honran en la única forma en que se le puede honrar; con la conducta”. El Editorial expresa: “Mantendremos siempre en alto los principios martianos y forjaremos, con nuestro ejemplo por enseñanza, una indestructible conciencia cívica en nuestro pueblo, que habrá de estar madura pronto para pedirles cuenta a los tiranos de hoy”. A los participantes en el Congreso de Escritores Martianos, los califica de “minorías colaboracionistas que pretendían separar arbitrariamente al intelectual del político y abogaban por combatirlos a ellos y la dictadura “… con una conducta sinceramente martiana, luchando por todos los medios a nuestro alcance por el restablecimiento de las libertades públicas y estamos dispuestos a honrar a Martí con nuestra vida si ello fuera necesario, sin boato, sin superficialidades, en silencio y con la dignidad y el decoro que siempre conservó el apóstol como base de toda su conducta. Y concluye: “La hora es de meditación, de recuento, de afianzamiento, de convicciones, de abandono y de sacrificio. Hemos de hacer de Martí un Martí vivo en cada uno de nosotros, en suma, un Martí en acción”.

Ainiciativa de la FEUO, en cumplimiento de los acuerdos del Congreso Nacional Revolucionario Estudiantil de 1923, liderado por Mella, y la Declaración de Derechos y Deberes del Estudiante de instruir a los trabajadores, tuvo lugar el 13 de enero de 1953, en la Biblioteca General, el acto de apertura del curso de divulgación cultural y completamente gratis de la Escuela Obrera de la Universidad de Oriente “Rafael María Mendive”. La Dirección General estaría a cargo de un organismo compuesto por los profesores del centro designados por el Consejo Universitario y un grupo de alumnos y graduados quienes decidirán su propia organización interna, de manera que, este se desenvuelva en el más amplio ambiente democrático, y los acuerdos sean tomados por mayoría de votos de los integrantes. Su objetivo era: “Elevar el nivel cultural de los obreros que se matriculen en la Escuela (40 como máximo por año) de acuerdo a las necesidades vigentes del mundo actual y la convivencia social de nuestra comunidad nacional, a fin de crear en ellos una sólida Conciencia Nacional en beneficio de nuestra Patria, como homenaje a Martí en la celebración del Centenario de su natalicio”.

El Dr. José A. Portuondo expresa: “Elevar el nivel cultural de los obreros que se matriculen en la escuela a fin de crear en ellos una sólida conciencia nacional en beneficio de nuestra patria”. Y añade: “(…) que las materias y asuntos respondan a satisfacciones de sus necesidades espirituales”.

La alumna de Filosofía y Letras, Leyla Vázquez, una de sus fundadoras, recuerda que: “…surge después del Golpe de Estado, antes del Moncada […] precisamente por eso […] el Golpe de Estado fue realmente un mazazo que recibimos todos los estudiantes, como lo recibió todo el pueblo de Cuba, que no entendía por qué […] trabajamos, conjuntamente con la FEUO, fuimos un grupo los que iniciamos una serie de cosas ahí en la Universidad, no siendo miembros de [el Ejecutivo de] la FEUO. Y añade: “…pensando que, impartiendo clases, que por la cultura, se podía crear cierta conciencia social y nacional para hacerle frente a aquella afrenta, aquella agresión que era el Golpe de Estado”. Los que daban las clases eran los estudiantes y la escuela durante sus tres cursos fue de gran éxito. Integraban el grupo Nilsa (presidenta) y Vilma Espín, Asela de los Santos, Gilma Riera, Carlos Amat, Ofelia Fornaris, Eduardo Sabourín y Rafael Dujarric y otros estudiantes más. Entre los profesores menciona al Dr. Losé L. Galbe, al Dr. Juan Chabás, el Dr. Baudilio Castellanos, el Dr. González Maribona.

El 25 de enero, el Consejo Universitario acordó que en caso de producirse la muerte del estudiante universitario Rubén Batista Rubio, herido de gravedad durante la represión policial en la inauguración del busto de Mella, se suspenderían las actividades docentes del centro por el tiempo que permaneciera insepulto su cadáver; asimismo, acordó: “…en virtud de los actuales acontecimientos, no concurrir al desfile que habrá de efectuarse el próximo día 28 de los corrientes […] y sí ocupar el turno correspondiente para hacer uso de la palabra en la tumba del Apóstol, para la cual se designa al Dr. Juan Moya Flamand, Director del departamento de Educación Física, en representación de la Universidad de Oriente. Al mismo tiempo, se acordó honrar la invitación de enviar un profesor para que participara en la cena martiana a efectuarse en Manzanillo, para el cual fue comisionado el Dr. Pedro Fernández Roig.

El 27 de enero, integrantes del Bloque Estudiantil Martiano (BEM) en Santiago de Cuba depositaron una ofrenda floral en el busto de Martí en el Parque de la Libertad, y se efectuó la recogida de firmas en el álbum con el juramento de la juventud santiaguera de “luchar hasta la muerte, por las ideas martianas”. El BEM en la Universidad de Oriente, tuvo como fundador y primer presidente a José Tey Saint-Blancard, Pepito

El 28 de enero se inauguró el rincón martiano en la Universidad de Oriente al develarse el busto del Apóstol donado por Salvador Shembri, acto que antecedió a la apertura del ciclo martiano de conferencias organizado por el Departamento de Extensión y Relaciones Culturales, que tuvo lugar entre el 28 de enero y el 27 de mayo de 1953. Entre los conferencistas invitados asistieron destacados exégetas martianos del ámbito nacional e internacional, de diferente ideología y militancia política. En sus palabras de inauguración el Dr. Felipe Martínez Arango, Director del Departamento de Extensión, expresó: 

     …al margen de sectarismos politiqueros, adonde jamás nos hemos albergado, y sin desdoro del marco académico de este acto y sí a tono con lo que también es quehacer formativo de la Universidad y culto activo de José Martí -hipócritamente invocado por los fariseos de turno, los de ayer y los de hoy- que nuestra alegría en este natalicio tiene un poco, permítasenos la frase, de júbilo a media asta. No podía ser de otro modo cuando acaba de ser herida la república en lo hondo por la más estéril usurpación que recuerda nuestra historia política, a contrapelo del Derecho y con escarnio de la doctrina martiana. El insólito atentado castrense de marzo pasado, a espaldas del pueblo de Cuba, es, entre otras cosas, la concomitancia de la rapacidad y la cobardía cívica, de la incultura y la indiferencia, de la frivolidad y la insolencia, de la traición y la ignorancia, de la irresponsabilidad y el soborno […] es necesario emprender el camino de nuevo. Acelerar el eclipse, abreviar el paréntesis. Una vez más José Martí será el guía. Precisa apretar las filas y limpiar las almas, que en Cuba ha llovido cieno. Y no será menester ir a las playas y llamar con los caracoles a los indios muertos. Como Martí, tenemos fe en el pueblo de Cuba”.

El alumno de Filosofía y Letras, Oclides Vázquez Candela a nombre de la FEUO disertó sobre: ”Nuestro Martí”. En su análisis describió las circunstancias dolorosas en que se estaba efectuando esa conmemoración la cual a su juicio se volvería pura retórica, de no analizarse a la luz de los acontecimientos vividos. Cuestionó el término revolución utilizado por los golpistas para referirse al madrugonazo del 10 de marzo, y resaltó la completa unidad y armonía que existió entre la vida y obra de Martí, ponderó el aliento y dimensión continental de su proyecto revolucionario, y criticó la actitud de ciertos opositores a la dictadura, a los cuales recordó algunos gestos sublimes de Martí cuando de poner por delante el interés patrio se trataba. Apoyándose en todo lo anterior, abogó por el enrolamiento necesario bajo un programa común y único de profundas realizaciones sociales de todo lo sano de las tendencias que estaban en pugna y que estorbaban y retardaban el derrocamiento inevitable de la dictadura militar, pero consideró que no pasaría de una mera restauración: “… si no se le provee de verdadero contenido revolucionario acorde con las corrientes sociales avanzadas de nuestra época adaptadas a la peculiar manera de ser de nuestro pueblo…”

Esa fue la tónica predominante hasta la conferencia de clausura impartida por el Dr. Andrés Iduarte, Director de Bellas Artes de la República de México y profesor de la Universidad de Columbia, Nueva York, quien disertó sobre el tema “El americanismo de José Martí”; el cual, fue valorado como: “… el más sostenido, meditado, serio y responsable empeño de amorosa glorificación de cuantos han tenido lugar hasta ahora en todo el territorio nacional”. Todas las intervenciones fueron recogidas en el volumen “Pensamiento y acción de José Martí”, publicado por el Dpto. de Extensión y Relaciones Culturales, valorada por el Dr. Roig de Leuchsenring como: “…una valiosa contribución al esclarecimiento y estudio de la vida y obra del Apóstol en este año del centenario de su nacimiento: la mejor contribución bibliográfica”;y Fernández Retamar, como una de las publicaciones opuestas al intento oficial de mediatizar la obra martiana en su centenario en el que (si bien no todos los trabajos tenían igual valor, ni todos los colaboradores la misma autoridad para figurar): “…aparecían algunos estudios originales notables, y en el que se mencionaba y se censuraba abiertamente la situación tiránica del país”.

El 19 de mayo se realiza el desfile de la Universidad de Oriente hasta el cementerio con el fin de rendir “un tributo de dolor y recordación en el día que cumplía años de su caída fatal en Dos Ríos […] todos los estudiantes universitarios, poseídos del mayor silencio, llevaron hasta el Mausoleo del Apóstol una hermosa ofrenda floral”, el presidente de la FEUO, Antonio Ojea, “pronunció una emocionante oración fúnebre” y repitió que la Universidad de Oriente no estaba ni con Prío ni con Batista “sino por la Constitución y las leyes de la República”. La sexta sesión de la Escuela de Verano de la Universidad de Oriente, reservó un espacio a homenajear al Maestro con la realización de cursos dedicados a estudiar su vida y obra.

Al despuntar el año 1954, el presidente de la FEU-O, Jorge Ibarra Cuesta, convocó a participar en el acto popular de Fe Martiana que, junto a la Federación Local de Centros de Segunda Enseñanza, ofrecerían en el pórtico de la Universidad a las nueve de la noche del día 27 de enero, para cerrar así el año del centenario del Apóstol, al que se podrían adherir partidos políticos sin distinción y organizaciones obreras. El homenaje tendría un brillo inusitado, debido a que, precisó “…el pueblo quiere rendir digno tributo de admiración a Martí en la sede universitaria, donde se conservan todavía los ideales martianos a pesar de los críticos momentos en que vive la patria…”. Al iniciarse, el Consejo Universitario, alegando que elementos extraños a esa institución intentaban desnaturalizarlo, avisó a la policía que impidió su realización.

Ese incidente fue determinante para que Ibarra renunciara al cargo, ocupado reglamentariamente por Pepito Tey, quien como presidente se propuso darle continuidad a la línea de enfrentamiento frontal a la dictadura.

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