La Federación Estudiantil Universitaria en la tradición de lucha del pueblo oriental

Por: Rafael Angel Borges Betancourt (Departamento de Historia y Patrimonio)

En el centenario de la FEU, fundada por Julio Antonio Mella, vale recordar,  de manera concisa, la historia del surgimiento y primeras luchas de la Federación Estudiantil Universitaria de Oriente (FEU-O).

En su alegato de autodefensa -La Historia me Absolverá- pronunciado ante el tribunal que lo juzgócomo jefe del asalto a los cuarteles Moncada y Céspedes el 26 de julio de 1953, el joven Fidel Castro expresó:

No se olvide nunca que esta provincia que hoy tiene millón y medio de habitantes, es sin duda la más guerrera y patriótica de Cuba; fue ella la que mantuvo encendida la lucha por la independencia durante treinta años y le dio el mayor tributo de sangre, sacrificio y heroísmo. En Oriente se respira todavía el aire de la epopeya gloriosa…

En esa tradición de lucha del pueblo oriental, se inserta la Federación Estudiantil Universitaria de Oriente (FEU-O); la cual, surgió al calor del proceso de fundación de la Universidad de Oriente -“en memoria del Mártir de San Lorenzo”-el 10 de octubre de 1947 y de su oficialización en el que mucho tuvo que verla voluntad popular, en particular del movimiento estudiantil santiaguero.Como afirma el Dr. Pedro Cañas Abril: “… cuando uno apelaba a los orientales, respondían con verdadero patriotismo, y eso se manifestó ampliamente en la creación de la Universidad”.

Concepción Ezecharreta Martínez de la primera graduación de la Escuela de Filosofía y Letras afirma: “Desde el principio nos organizamos en una Asociación de Alumnos para resolver los problemas que teníamos nosotros con los profesores […]”.

El 27 de noviembre con permiso del alcalde y después que la Banda de Música Municipal ejecutara el Himno Nacional, se conmemoró el aniversario 76 del fusilamiento de los estudiantes de medicina en al Aula Magna de la Escuela de Comercio. El acto solemne fue organizado por el Departamento de Relaciones Culturales de la Universidad de Oriente, dirigido por el Dr. Felipe Martínez Arango, en coordinación con la Asociación de Alumnos Universitarios presidida por Manuel Rubio Portilla.

El 28 de enero de 1948, esas instituciones universitarias organizaron un acto similar por el natalicio de José Martí, donde se escucharon las disertaciones del destacado exégeta martiano Dr. Rafael Argilagos, y los alumnos Carmen Palasí Ferrer, Jongh Caula y José Linares Acosta; después compiladas en un libro titulado “HOMENAJE A MARTÍ.-DISCURSOS”.

A comienzos de año, el Consejo Directivo de la Universidad de Oriente, acordó acceder a la solicitud de varios alumnos para formar su asociación: “…cuyo Reglamento no podrá contradecir la letra ni el espíritu de los Estatutos Universitarios”.

El 21 de abril, el Consejo de Ministros acuerda: “…reconocer oficialmente la existencia de dicha Universidad [de Oriente], y designar una Comisión integrada por el Primer Ministro y por los Ministros de Justicia y Educación, a fin de que se estudien sus Estatutos y funcionamiento”. A partir de ese momento, la orientación fundamental de la asociación estudiantil estuvo dirigida a luchar por la aprobación de la Ley de oficialización de la naciente Universidad, considerada esta como: “…la conquista más importante que ha tenido el pueblo de Oriente desde la fundación de la República”.

Por ese motivo, en Asamblea General del 15 de octubre, el estudiantado se solidarizó con la protesta del grupo de profesores de la Facultad de Filosofía y Educación partidarios del establecimiento de una Universidad autónoma, oficial, pública, democrática y cubana, y fueron dejados vacantes. Se acordó declarar una huelga por seis días y pedir al Ministro de Educación que interviniera en la crisis provocada por el Consejo Directivo; además de exigir la oficialización de la Universidad. Se llevó a cabo un gran mitin público organizado por el Bloque Estudiantil de Santiago de Cuba enarbolando la misma demanda y una Comisión de Alumnos visitó la redacción del Diario de Cuba, con iguales propósitos. La petición general era: “Ayuda a la Universidad del Pueblo” y “Oriente reclama la Ley de su Universidad”.

El 11 de febrero de 1949, el Consejo Universitario acordó dar permiso para las elecciones de Delegados Estudiantiles de Curso. El 9 de marzo acordó crear una Comisión integrada por los doctores Max Figueroa, Francisco Martínez Anaya, el Ingeniero Joaquín Vázquez y el Dr. Gabriel León Bizet, a fin de que estudie el Proyecto de Estatutos que habría de regir la Asociación de Alumnos de la UO.

El 23 de ese mes, el Ministro de Educación, promulga los Estatutos Provisionales de la UO que declara: “[…] es una institución oficial reconocida por el Consejo de Ministros de la República de Cuba y organizada por el Ministerio de Educación, de acuerdo con lo establecido en el artículo 54 de la Constitución Nacional”. En el Título IX: DE LAS REUNIONES Y ASOCIACIONES UNIVERSITARIAS, Artículo 133, se expresa: “El Consejo regulará todo lo concerniente a la organización y funcionamiento de los alumnos”.

El 3 de noviembre se aprobó la Ley en el Senado, y el 22 de ese mes el presidente Carlos Príofirmóla Ley No. 16/49 porque le otorgaba a las Universidades de Oriente y Las Villas el status de“…centros oficiales del Estado…”; y dotación económica, además de reconocer su autonomía en los órdenes académicos y administrativos.

Esa misma noche se efectuó una asamblea estudiantil con participación de los directores de Escuelas donde fue electo, por unanimidad, presidente provisional de la Federación de Alumnos de la UO, el alumno de la Escuela de Ingeniería, Manuel Aguilera Barciela, hasta que se pudiera proceder a su constitución oficial, lo que no había podido acontecer por no haber celebrado aún sus elecciones las Escuelas de Ciencias Comerciales y de Educación.

El 12 de enero de 1950, el Consejo Universitario, después de debatir la recomendación del I Congreso de la Unión de Universidades de América Latina de implementar el co-gobierno universitario, acordó dar participación a los alumnos en los organismos directores de los centros universitarios, y en consecuencia, invitar a un delegado de estos a asistir a las sesiones en que se trataran asuntos no técnicos relativos a los estudiantes; pero no pasó de ahí.

Ante el reclamo de la FEU-O, de rebajar cinco centavos en la cuota mensual de matrícula para que los alumnos pudieran contribuir a su sostenimiento, el CU acuerda “…hacer una rebaja de dos pesos en la cuota mensual de matrícula […]”; con la solicitud siguiente: “Ahora como siempre, debemos sentirnos íntimamente vinculados y compenetrados en la obra común de profesores y alumnos de esta Universidad”.

Durante ese año, se discutió y aprobó en Asamblea General de estudiantes el Reglamento de la FEUO. El artículo 2 expresa: “…los fines de esta Asociación son: Desarrollar la solidaridad entre los alumnos de la Universidad de Oriente; completar la superación de los mismos en el orden moral, intelectual y físico; cooperar al cumplimiento de las funciones propias de dicha Institución y proteger el desarrollo normal y eficiente de las actividades universitarias de orden interno y externo”. El artículo 3 plantea: “La Federación aspira a mantener las más cordiales relaciones con el profesorado y los funcionarios de la Universidad, ajustando sus actividades a las normas de los Estatutos y  disposiciones del Centro”; también aspira a mantener los más estrechos lazos de fraternidad con los demás Centros estudiantiles y con los de cualquier índole cultural. Proclamó “…su orientación totalmente apolítica, pero interesada siempre por los problemas sociales y por las luchas populares en que se empeñe la ciudadanía de nuestra patria…”.

El 1 de noviembre, en carta a los miembros de la Junta Directiva, Manuel Aguilera, solicitó una licencia electoral, argumentando “por mantener aspiraciones de reelección en el cargo que actualmente desempeño y al que fui exaltado por voluntad espontánea en las elecciones anteriores”. El 5 se hace constar en acta la elección de la nueva Junta Directiva de la FEU-O (1950-1951).[1] El 24se produjo el ingreso formal de la UO a la familia deportiva de la cuna de los Maceo y de modo oficial adoptó como nombre de batalla el de “MAMBISES”.El 10 de diciembre se efectuó el primer juego oficial de pelota del equipo de la UO contra el equipo de la Sociedad de los Caimanes en el terreno del Club Deportivo de Palma Soriano, como parte de su preparación para participar en la Liga Intercolegial de Oriente, dirigidos por el Dr. Esteban Téllez.

Vilma Espín Guillois, de la segunda graduación de la Escuela de Ingeniería Química-Industrial, recuerda: “Después vinieron todos los planes de Extensión Universitaria, cultural, la cosa del deporte obligatorio, ideas que en aquel momento eran muy progresistas comparadas, por ejemplo, con la Universidad de la Habana. El ambiente era el de una Universidad muy diferente, de concepciones avanzadas”.

A partir del informe realizado por el Dr. Max Figueroa, en su sesión del 25 de enero de 1951, el CUacordó aprobar en principio el Reglamento de la FEUO, previamente aprobado por la Asamblea General de alumnos,con dos recomendaciones: 1, Agregar un artículo en el que se especifique que la Asamblea General de estudiantes es el organismo soberano de la Federación que delega en la Junta Directiva para resolver los asuntos de imperativa urgencia; 2 Agregar al párrafo tercero del artículo no 31 “previa aprobación de la Junta Directiva de la Federación y el CU de la Universidad de Oriente”, lo cual –precisa- evita abuso o desnaturalización de lo que se pretendiera hacer en nombre de la institución;el cual, fue comunicado al Ejecutivo de la FEUO con fecha del 30 de enero de 1951.

La FEU-O, también participó en otras luchas del período: contra el aumento del pasaje en ómnibus y el monopolio del transporte urbano; la protesta por el asesinato del Vice-Presidente de la  FEU de La Habana, Justo Fuentes Clavel; la lucha por el mejoramiento del estudiantado oriental (rebaja de matrícula universitaria, la construcción de nuevos locales para el Instituto de Segunda Enseñanza y la Escuela de Artes y Oficios, etc.) y de la ciudad (la realización del Proyecto de Uso Múltiple para solucionar el problema del agua; la Campaña Pro-Barrio Obrero en Santiago de Cuba); e internacionales como la solidaridad con la causa del pueblo puertorriqueño y su líder Pedro Albizu Campos y la lucha de los estudiantes venezolanos contra la dictadura de Germán Suárez Blanco.

Al producirse la asonada militar del 10 de marzo de 1952, la FEU-O suscribió las declaraciones públicas de la UO, donde se pronuncia con toda energía contra la sedición militar en La Habana y respalda el gobierno civil legítimamente constituido de la nación; pero aclarando que eso no implicaba en modo alguno, partidismo menor o matiz político sectario, sino exclusivamente la defensa de los principios esenciales de la República y de un gobierno constitucional, libre, democrático, supuesto indispensable de toda convivencia nacional digna y de todo progreso efectivo de la cultura en reclamo de la restauración inmediata de las garantías constitucionales y la convocatoria a elecciones generales.

Algunos estudiantes participaron en el mitin-relámpago del parque Céspedes y tiraron en los talleres de la Universidad los primeros panfletos mimeografiados contra el régimen militarista que circularon por la ciudad. La FEUO y la Federación Local de Centros de Segunda Enseñanza (FLCSE), acordaron mantenerse en huelga, y se sumaron a la repulsa contra de los Estatutos Constitucionales del 4 de abril con acciones como la Jura de la Constitución de 1940 y la Invasión Constitucional de Oriente a Mantua.

Frente a la constante hostilidad y agresión del régimen dictatorial, la FEU-O actuó en defensa de la autonomía universitaria; incluso, si eso implicaba hacer más extenso el martirologio estudiantil universitario. Asimismo, participó en las actividades de la UO para conmemorar el centenario martiano: inauguración de la escuela obrera de la Universidad de Oriente “Rafael María Mendive”; publicación de El Mambí, órgano oficial de la FEUO, bajo la premisa de hacer “un Martí vivo y en acción”; ciclo de conferencias dedicado al Maestro.

Con la entrada a la UO de reconocidos dirigentes estudiantiles de la segunda enseñanza partidarios de la lucha armada como Frank País y Pepito Tey; la FEU-O, presidida por este último, desarrolló una intensa actividad encaminada principalmente a fortalecer la unidad del sector estudiantil en todos los niveles, así como los vínculos con la clase obrera y campesina; continuar la lucha por restituir la Constitución de 1940 y el establecimiento de un sistema verdaderamente democrático. Estaban convencidos de que la solución de la crítica situación existente después del golpe y los males crónicos que padecía la república no podía lograrse por los medios legales ya clausurados, lo cual quedó demostrado –según Tey- por la cantidad de exiliados políticos, las persecuciones y detenciones arbitrarias, los sucesos vergonzosos del 26 de julio, los crímenes en plena calle, etc.

Las coordenadas ideológicas de la directiva de la FEUO, se pueden apreciar en la declaración de principios “Al Pueblo de Cuba .Nuestro Enjuiciamiento”, en la que se expresa su posición bastante avanzada con respecto a la cuestión americana y cubana, fundada, básicamente, en el ideario nuestro americanista de José Martí; pero también en otras corrientes políticas y filosóficas de la época.

La FEUO creó un Comité Pro-Guatemala que organizó actos de solidaridad, recogida de firmas, y otras actividades en apoyo al gobierno y pueblo de Guatemala frente a la invasión mercenaria alentada y financiada por la CIA y la UnitedFruitCompany.

En la velada del 27 de noviembre de 1954, efectuada en la Escuela de Comercio, Pepito Tey, ex presidente de la FEUO y presidente del Bloque Estudiantil Martiano de la UO, comparó los crímenes cometidos por los voluntarios españoles con la soldadesca del Moncada a partir del 26 de julio, y citó fragmentos del alegato de autodefensa de Fidel, concluyó expresando: “Para todos los muertos no debemos clamar venganza, no es con sangre como deben pagarse la vida de estos jóvenes que murieron por la libertad de su pueblo, son el bienestar y la soberanía el único precio digno que puede pagarse por ellos (…) Ustedes, hermanos han sido los primeros, vendrán otros, más nunca serán olvidados ni considerados muertos. Porque morir por la patria es vivir”.

Esa fue la máxima que guió la actuación ejemplar de nuestros mártires revolucionarios: Pepito Tey, Frank y Josué País, Emma Rosa Chuig, José Mercerón, Oscar Lucero, Eduardo Mesa y Cuqui Bosch, y de otros estudiantes que, en algunos casos, se vieron obligados a abandonar las aulas universitarias, para cumplir con el deber de luchar por liberar a la Patria mancillada.No por casualidad, cuando fue necesario que los ministros tomaran posesión de sus cargos y el Gobierno Revolucionario tuviera una sede, se optó por la Universidad de Oriente “…porque representaba la rebeldía de Santiago de Cuba”.



 

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