Por: Dr.C. Enrique Marañón Reyes
Estamos en vísperas de la celebración del 75 Aniversario de la Universidad de Oriente, mi Alma Mater. En ella comencé mis estudios superiores y he desarrollado toda mi vida laboral. Me siento orgulloso de ello y hoy en estas líneas le rindo el homenaje que merece en su Aniversario. Esta Universidad revolucionaria de raíces innovadoras en la Educación Superior, hoy de excelencia y que se enrumba a obtener mayores impactos nacionales e internacionales merece nuestro respeto y homenaje y con ello todo su colectivo de profesores y estudiantes.
Cuando hablamos de ella no debemos olvidar que nace de una demanda popular y que sus estatutos recogían tendencias innovadoras para la época como la no existencia de la cátedra vitalicia, la evaluación profesoral anual, la incorporación del trabajo científico a la formación, la extensión universitaria y las escuelas de verano.
Sus miembros participaron en las luchas revolucionarias y se pagó con una cuota de mártires que nos recuerdan cada día el camino. Al triunfo revolucionario y con el inicio de curso, la FEU, como yo digo “vestida de verde olivo”, inicia sus luchas por la reforma universitaria con un papel preponderante. La Universidad respondiendo a necesidades del país se transforma y crece. Se crean las Milicias Universitarias, se materializa el vínculo del estudio y el trabajo en este nivel y se enfrenta el llamado de Fidel para Universalizar la Educación Superior. En ese proceso se crean Unidades Docentes que dieron lugar a Filiales y Centros Universitarios en toda la antigua provincia de Oriente lo que sentó las bases de la red de centros en las nuevas cinco provincias orientales.
El trabajo para la superación del claustro ha sido una prioridad en esta universidad, para ello en sus inicios contamos con las universidades del antiguo campo socialista.
Estudiantes y profesores participaron en el Plan de la Zafra del 70 y al regresar se comienza a trabajar en la institucionalización, como parte de ella se renuevan y ponen en vigor los reglamentos estudiantiles, se norma el trabajo de planificación y control del trabajo docente y metodológico, se incorpora la actividad cultural y deportiva a la formación del estudiante, se rescata la planificación y control económico. En ciencia se fomentó la investigación colectiva y multidisciplinaria.
En los difíciles años del período especial nuestro claustro y estudiantes mantuvieron la docencia con creatividad, espíritu de sacrifico y de combate. Todo esto sentó las bases para desarrollos futuros que nos llevaron a la excelencia. Ahora nos enfrascamos manteniendo lo logrado, en lograr visibilidad de la ciencia que hacemos y aportar mucho más a nuestro país, así trabajamos por los rankings y el aporte concreto al país con nuestro trabajo de innovación y estamos triunfando.
¡Viva la Universidad de Oriente en su 75 Aniverario!
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