Por: Celia Pérez Reyes y Daylín Salina Pérez
El más reciente video clip de 5 intérpretes cubanos se convierte en una nueva acción de guerra cultural contra el país. Sus esencias apuntan a despojar de sentidos y significados los símbolos de lucha de la nación.
Un análisis semiótico permite entender a este discurso en su tránsito por una marcada intertextualidad. La letra e imágenes empleadas conectan con textos precedentes y con los sucesos provocativos del denominado Movimiento San Isidro, el pasado 27/N, al cual intentan presentar como legítimo, de ahí la presencia en el video clip de los pseudoartistas Maykel Obsorbo y Luis Manuel Otero Alcántara.
El uso intencionado de recursos visuales y psicológicos asociados al significado inscrito en los símbolos de la identidad cubana (imagen de José Martí, bandera de la estrella solitaria), invoca a subvertir emocionalmente a sus públicos. Se trata de desmovilizar a un sector joven debilitando gradualmente su identidad cultural. El empleo de sentimientos asociados a tristeza y frustración, destacan como herramientas emocionales que dejan entrever estados de ánimo generalizados en el país. La ambientación y el uso de vestimentas oscuras refuerzan también esta idea.
El video supera el millón de reproducciones en Youtube, a la vez que acentúa la polarización del debate político en redes sociales virtuales. Entre los principales indicadores de impacto mediático evaluamos el nivel de participación observado en plataformas institucionales y perfiles individuales de Facebook, Twitter y Telegram. La inmediatez y oportunidad de la denuncia oficial en medios nacionales impactó favorablemente entre los usuarios, destacando el comentario realizado por el periodista Lázaro Manuel Alonso en la emisión estelar del NTV.
El pronunciamiento de instituciones culturales movilizó a que se gestaran iniciativas en defensa de la identidad de la nación, visualizadas en el uso de memes como recurso de humor político; diseño de marcos de facebook con el lema “Patria o Muerte”; y declaraciones individuales de usuarios en sus perfiles personales. Se apreció un grado superior de articulación y espontaneidad respecto a sucesos precedentes, siendo notorios estados de ánimo de rechazo colectivo a estas manipulaciones. Los artículos publicados en plataformas como Cubadebate, y los periódicos Granma, Trabajadores y Escambray, registraron una cifra considerable de comentarios, en su mayoría con criterios de desaprobación al video. Prevalecieron criterios que apuntan al peligro que representan estas acciones y pudo notarse el grado de conciencia respecto a la existencia de una guerra cultural contra el país. Asimismo, se identificaron expresiones de desaprobación a la frase, y otros afirmaron no sentirse representados con el mensaje político del material.
El uso de estrategias de legitimación en los debates producidos, (lo afirmo y digo por qué) permitió que se enfrentara con objetividad la distorsión del mensaje del video clip. El origen de la frase “Patria y Vida” fue ampliamente multiplicado y favoreció el descrédito contra los agresores. De igual manera, impactó positivamente la convocatoria de los aplausos en la noche del 18.02.2021.
Este análisis permite verter algunas consideraciones, las cuales se sintetizan en la necesidad de:
a) Sistematizar la defensa de la identidad cultural en escenarios virtuales, con el uso intencionado de estrategias emotivo-afectivas;
b) Involucrar con mayor regularidad a las instituciones del país ante fenómenos que apunten a la fractura de la unidad nacional,
c) Lograr niveles superiores de proactividad entre los medios de comunicación;
d) potenciar la articulación mediática de líderes y usuarios con los medios nacionales y provinciales; y
e) favorecer la construcción de discursos movilizadores entre el sector joven de la sociedad, a partir de su conexión con líderes sociales populares.
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