Hace 90 años nació una de las mujeres más importantes del proceso revolucionario cubano: Vilma Espín Guillois. Esta emblemática luchadora tuvo una labor relevante, entre otros muchos frentes, en el movimiento 26 de julio.
Heroína de la Sierra y el llano, fémina inteligente, mujer sin miedos.
Vilma se graduó de Ingeniera Química e Industrial, en la Universidad de Oriente, y mantuvo en los años posteriores un fuerte vínculo con esta Institución Académica.
Su lucha por los derechos de la mujer encontró su punto más alto luego del triunfo revolucionario. Creó la Federación de Mujeres Cubanas (FMC); y dentro de esta grandiosa organización, trabajó sin descanso, para lograr el protagonismo de las féminas en la Sociedad.
Para los cubanos, y muy marcadamente para nuestra Universidad, Vilma es inspiración, guía y ejemplo.
En la Casa de Altos Estudios oriental, los principales cargos de dirección son ocupados por mujeres. Y esto no ha sido festinado, sino el resultado de demostradas capacidades y aptitudes ante el trabajo.
Por eso, a 90 años de su natalicio, Vilma es inspiración para cada mujer; en especial para esas tantas que, hoy día, hacen de la ciencia un poderoso aliado para salvar vidas.
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