El doctor en Ciencias Técnicas Reynaldo Guillén Gordín aseguró en esta oriental ciudad que existen aún muchas potencialidades para el ahorro de energía en Cuba, y mencionó el caso de los locales que usan la climatización.
Según el profesor titular del Centro de Estudios de Energía y Refrigeración de la Facultad de Ingeniería Mecánica e Industrial de la Universidad de Oriente, en algunos locales, a pesar de reunir a un elevado número de personas, se siente frío.
Esto se debe a que se regula la temperatura a un valor inferior al de la llamada “de confort”, la cual se ha demostrado mundialmente que para el ser humano puede estar entre los 22 y 24 grados Celsius, explicó.
Sin embargo, dijo el experto, a veces una sala de reuniones, de eventos u ómnibus tienen una temperatura muy por debajo, lo cual implica un consumo adicional de energía debido a que el equipo no para cuando debe hacerlo.
Hay que tener en cuenta que cada aire acondicionado o split de una tonelada de refrigeración que funcione 10 horas diariamente, consume tres mil 600 kilowatt-hora al año y aproximadamente ello representa una tonelada de petróleo que es necesario quemar en la central termoeléctrica para generar esa energía, precisó.
De acuerdo con Guillén Gordín, en Cuba hay instalaciones donde más del 25 por ciento del consumo de energía eléctrica se debe a la climatización.
En caso de los hospitales con un sistema centralizado, es mayor por el uso obligatorio en salones de operaciones, terapia, quemados y otros, como ocurre en el “Juan Bruno Zayas” de Santiago de Cuba, con especialidades clínicas, quirúrgicas y de obstetricia, cuya cifra se eleva a casi el 60 por ciento, acotó.
También expresó que a veces hay salones de reuniones con la cristalería cubierta de gruesas cortinas, cuando en realidad se puede aprovechar la luz natural.
Destacó que en la actualidad se impone retomar ideas puestas en práctica décadas atrás, como las desarrolladas por el profesor de la Universidad de Oriente Fernando Brossard sobre la ventilación natural y sus ventajas, y de ello hubo buenas experiencias en instalaciones como tintorerías y una fábrica textil en esta ciudad.
Hoy, recalcó, cuando hay que extremar las medidas de ahorro de electricidad debido al recrudecimiento del bloqueo de los Estados Unidos, se deben rescatar algunas y buscar otras para reducir el consumo de petróleo para la generación en locales de producción o servicios.
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