Por: Jorge Carlos Albear Brito
El consumo de drogas es un fenómeno que afecta a nuestra sociedad. La Universidad de Oriente no está exenta de este flagelo. Por ello nos enfocamos en conocer las estrategias establecidas para eliminar cualquier indicio en la Casa de Altos Estudios Oriental. Juana Palma Vaillant, asesora general de salud y prevención en esta institución educativa, es una de las personas que lidera el trabajo, con el fin de alejar del centro esas sustancias nocivas.
P: ¿Qué estrategias existen para paliar o eliminar el consumo de drogas por parte de los estudiantes?
J.P.V: Hay un equipo organizativo que se despliega a todos los niveles de la Universidad y tenemos el encargo de trabajar en la prevención de las drogas. Estamos trabajando en el asentamiento de la política institucional de la estrategia nacional de prevención de las drogas. Esto se deriva de acuerdo a las particularidades de nuestro contexto universitario y teniendo en cuenta los indicadores que se aplican en cada una de las áreas, dígase facultades, carreras, años, relacionadas con la determinación de cuáles son los factores de riesgo y cuáles son las conductas de riesgo. Porque el plan de prevención de nuestra Universidad es un plan de prevención integral que tiene el análisis a las conductas de riesgo, y en primer lugar, la droga. Pero se analizan también en relación con otras conductas de riesgo como la prostitución, la violencia, la promiscuidad, el suicidio, pues hay factores que son conexos, predisponentes o precipitantes y pueden dar al traste con una misma conducta.
P: ¿Cómo se implementa esa estrategia en la Universidad de Oriente?
J.P.V: Nuestro plan de prevención es integral y desarrollamos anualmente el ejercicio estratégico de prevención de las drogas. Es liderado por el máster Gabriel Cabrera, y se aplica una metodología donde se toma una facultad como piloto, y se desarrollan una serie de actividades sobre la base de determinados criterios desde el aporte de la creatividad de la facultad, en la que el resto de los docentes promotores lo pueden visualizar, y a partir de ahí, se abre el espectro de trabajo en relación al tema de prevención un poco más intencionado con esta estrategia en el resto de las facultades.
Otros de los elementos importantes es la preparación que se realiza con los cuadros y con los líderes fundamentales que desarrollan el proceso de prevención de las drogas, dígase instructoras educativas, especialistas de atención al becario, los docentes promotores de facultades y carreras, que confluyen en la comisión de salud y prevención llevadas a cabo por sistema de trabajo en la Universidad. Por ejemplo, en el mes de enero el teniente coronel Juan Carlos Tabares impartió una conferencia referida a la Situación operativa en el territorio, en febrero el tema fue la Capacidad perceptiva el docente ante el fenómeno droga, ya en marzo se trató las Adicciones de manera general y poniendo como centro las drogas. Luego en abril el tópico Drogas y personalidad no saludable marcó los debates con la doctora en Ciencias Niurka Téllez, mientras en mayo realizaremos un encuentro debido a que el 31 de mayo es el día de la lucha contra el tabaquismo. Esto coincide con el taller de promoción de salud y prevención educativa en el contexto universitario, del 27 al 31 de este mes, y somos sede de este evento nacional.
P: ¿Qué resultados se ha obtenido en la Universidad de Oriente a partir de la aplicación de esta estrategia contra las drogas?
J.P.V: Se ha eliminado el acto de modelaje activo negativo acerca del hábito de fumar de algunos trabajadores y docentes. Las personas se limitan un poco más a fumar donde están los estudiantes. No hemos tenido más ninguna situación de nuestros alumnos en situación de drogas, ni dentro ni fuera de la institución. Y debemos tener en cuenta que ha habido un efecto formativo ya que estudiantes se han convertido en promotores de salud y eso muestra el protagonismo de los jóvenes en esa lucha contra las drogas.
Aunque se trabaja de manera sistemática en la Universidad de Oriente para eliminar el consumo de estupefacientes por parte de los estudiantes, es necesario continuar intencionando las estrategias preventivas, porque este es un flagelo, que si nos confiamos un segundo, puede destruir cualquier esfuerzo realizado por parte de los promotores.
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