Por: Alejandro Bonne Corbacho (Estudiante de Periodismo)
Haciendo historia. ¿Qué se intenta decir cuando se emplea la locución “haciendo historia”? Quizá se asuma el hecho de contar los sucesos históricos de modo tal que la subjetividad prime en cada trama enunciada. Quizá se refiera a forzar varios acontecimientos de modo tal que sean registrados en la cronología. O quizá haga alusión a la trascendencia que adquiere una persona o una institución por algo relevante que haya hecho.
Cualquiera sea el caso, vienen estos razonamientos al análisis porque ese pretendió ser el tema que centralizara las dinámicas de la gala de artistas aficionados al arte de la Facultad de Ingeniería Mecánica e Industrial (FIMI) la cual se desarrolló este miércoles en el teatro de la Universidad de Oriente (UO), como parte de las previstas por la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) hasta el 11 de abril.
Digo pretendió pues los silencios prolongados en el espectáculo, conocidos como baches, la falta de organicidad en la locución, que no tiene nada que ver con la poca profesionalidad o especialización en el ramo; unido a las débiles interpretaciones vocales, influyeron en los espectadores a tal punto que se suscitaron risas donde no cabían ni siquiera las irónicas.
Los organizadores de la gala se esforzaron, reconocieron a la carrera Ingeniería Mecánica por los años de pertinencia e impacto de sus aplicaciones reales en la industria, pero hubo poca representación artística y escenográfica desde la influencia que ejercen los resultados, en todos los órdenes, de las otras cinco carreras que integran a la facultad.
Resulta meritorio que en el espacio no faltó el balance de números danzarios y de interpretación musical, las presentaciones humorísticas y la locución, aunque preocupó cómo el vestuario puede jugar una mala pasada estética cuando no se coordina el adecuado para cada tipo de baile que se interpretará.
Por otra parte, el sentido del espectáculo se animó con la presentación de los muchachos del Grupo Ashé, que apoyados en la canción “Esto me sabe a Cuba ” de la cantante Haila María Mompié González, mostró una ejecución de movimientos danzarios impecable, mientas que el solista Dairon Oliva versionó de modo vistoso “Tanto la quería ” del dúo de pop español Andy & Lucas.
Jorge Carlos Fuentes: el rockero de la UO, como cariñosamente le llaman hasta los miembros del jurado ya asiduos a estos certámenes, transitó en el género musical desde el glam rock, pasando por el heavy metal hasta llegar al punk para ser uno de los más ovacionados de la noche junto a Asiel Morales, estudiante de segundo año de Ingeniería Industrial, devenido en coreógrafo de varias obras presentadas.
Es cierto que este es un festival de aficionados al arte en sus múltiples manifestaciones y no uno de artistas profesionales, pero esa no puede ser la justificación que permita a los estudiantes la pobreza creativa, la demora en la entrega de las planillas que se exigen, además de la presentación de piezas músico-danzarias desenfocadas de los temas centrales que en principio se proyectan.
Constituye una realidad el hecho que ningún festival de artistas aficionados de la FEU se parece a otro, y el formalismo es una tendencia que preocupa a las generaciones que verdaderamente nos nutrimos de los festivales que nos antecedieron, ese que conlleva a seguir de forma rigurosa el método de contar las historias sin permitir que cobren vida los personajes que se interpretan.
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Felicitaciones, por primera vez que desde hace dos cursos que pertenezco a esta facultad, se hace visibles un artículo en la tablilla sobre una actividad de la facultad de Ingeniería Mecánica e Industerial (SIN QUE NO LE HAGAMOS LLEGAR EL ARTÍCULO EN SÍ A PUBLICAR) con tantas que se han realizado de alto nivel de envergadura hasta internacional sin embargo no sale nada escrito en la revista(TABLILLA) que aun no alcanza identificarse realmente con la comunidad que representa, teniendo una alta representatividad de ellos en la comunidad universitaria. Por favor sigan trabajando así, utilicen a esos periodistas cada vez que los solicitamos, cada vez que salimos a cualquier actividad extensionista. Lo único que deben mejorar el nivel de sarcasmo, casi parece una publicación amarillista y parcializada de esas que nuestro sistema social critica tanto.
Quizás el Dpto de extensión Universitaria deberían asesorar mejor todo el proceso de preparación de la gala y no venir horas antes (durante el ensayo) a revisar y cambiar. No me negaran que la mayoría de las deficiencias pudieron haberse solucionado con asesores y tiempo.