Cuando les pedí que acudieran a un encuentro con la prensa, simplemente dijeron: está bien. Esa misma petición, hecha a otros estudiantes y profesores obtiene las más diversas reacciones. Pero casi nunca el asentimiento tranquilo.
Sin embargo, Reynaldo, José y Guillermo parecen estar ligeramente más allá. Debe ser así: acaban de ser noticia en todo el país, por haber obtenido medalla de plata en la Final Caribeña del Concurso de Programación ACM-ICPC 2013, el mayor y más antiguo concurso mundial de programación de sistemas computacionales. Esto los convierte en el mejor equipo de esa área que existe hoy en Cuba -fueron superados por uno de República Dominicana-; aunque, en realidad, a ellos no pareció interesarles mucho cuando resumí su triunfo de esa forma.
A la Oficina de Comunicación llegaron esta mañana; acompañados por Javier Sardiñas, su entrenador, y el decano de la Facultad de Matemática Computación, Dr.C. Adolfo Fernández García.
Pude adivinar que los motivos de su nombre -Napster- sería la primera pregunta que les harían los periodistas interesados en conversar con ellos. Muy rápidamente fuimos desde el popular servicio de descarga de música en Internet, a la película La Red Social -The Social Network- y el personaje interpetado allí por Justin Timberlake. Luego de esta explicación, alguien preguntó si ellos se consideraban enajenados del resto de las personas, si se catalogarían como nerds. Riendo, Javier explicó que “hay cierta creencia sobre los estudiantes de Matemática y Computación, que no creo que sea del todo cierta. La concentración que requieren los estudios sí implica tiempo y cierto tipo de enajenación. Pero fuera de eso, somos seres sociales, como cualquier otro.”
Prueba de ello pudiera ser que la última fiesta en la que estuvieron fue la pasada noche. Aunque esa quizás no cuente, porque están celebrando su logro. Guillermo afirmó que los miembros de Napster “sí bailan”; y, según José, también han intentado aprender a tocar la guitarra.
Para ellos, el concurso es importante por diferentes razones. La primera es la satisfacción de poder competir y ganar. Es comprensible. Javier también se refiere a que estos eventos son útiles puesto que “implican la solución de problemas bien definidos, de cierta forma teórica, sin ninguna aplicación práctica aparente. Por su propia naturaleza, permiten que el estudiante que los solucione, resulte más preparado para enfrentar problemas de la vida real”.
Alguien realiza varias preguntas sobre la organización del concurso. Los ejercicios que enfrentaron son los mismos que el resto de los participantes, con la misma velocidad de acceso a la red, e iguales problemas en inglés. Nos sorprendemos de que el evento sea haga en otro idioma. Ellos explican, casi sin darle importancia, que no tiene sentido que el concurso se haga en lenguas diferentes. Voy entendiendo: no sólo programan bien.
Hablan de la competencia. Explican que entre los equipos cubanos más fuertes está UH++ de la Universidad de la Habana, así como otros de la Universidad de Ciencias Informáticas y la Universidad Central Martha Abreu de Las Villas. Pienso en nuestra muy escasa conectividad a Internet y sus diferencias con los centros que están mencionando. Les pregunto cómo han logrado prepararse pese a las dificultades que tenemos, no solo con la conexión, sino en el propio acceso a estaciones de trabajo. Reynaldo cree que “han tenido suerte”. Desde que ingresaron en la Universidad de Oriente, se vincularon a un grupo científico estudiantil en el Centro de Estudio de Reconocimiento de Patrones y Minería de Datos (CERPAMID). Allí las condiciones para prepararse son mejores y la conexión también, aunque esta última no es “como en el resto de las universidades”. Mira a todos cuando dice que gracias a la asociación con el CERPAMID “ha sido posible clasificar y estar aquí”.
Adolfo explica que los estudiantes tienen un entrenamiento previo antes de entrar a la Universidad. Muchos de sus resultados se deben al esfuerzo propio. Ellos generalmente hacen de tres a cuatro exámenes de suficiencia al iniciar el curso. Así deben ganar tiempo, supongo yo. De acuerdo con lo que explica, Napster se encuentra en un momento de madurez, los resultados hablan por sí solos. Como Facultad, tratan de mantener los resultados, captando más estudiantes de duodécimo grado.
Casi al terminar también me entero de que participan en otras actividades. Reynaldo ha sido de la dirección de la Federación Estudiantil Universitaria en la Facultad y practican deportes. El Decano recuerda que la Facultad tiene todavía el primer lugar en los Interfacultades. Pregunté específicamente qué ha aportado Naspter a ese lugar, pero lamento decirles que la respuesta no me pareció clara. Escuché algo como “badminton” y “espectadores”. No estoy seguro.
Se fueron de la Oficina como mismo llegaron. Con sencillez. Atrás quedaban los periodistas de dos medios nacionales, una agencia de información y una emisora. Pero, de seguro, las prioridades de Napster están puestas en otra parte. Quizás una nueva medalla, un mejor lugar en otro concurso, o terminar de aprender a tocar la guitarra.
Equipo Napster. De izquierda a derecha: José Moraguez Piñol, Javier Sardiñas Sierra (entrenador), Guillermo Blanco Amaro y Reynaldo Gil Pons
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Creo que la virtud más inmensa que tienen no es su inteligencia, ni su capacidad acelerada de resolver situaciones difíciles llamadas problemas. Su grandeza estriba ,y lo digo porque los conozco bien, en su insuperable modestia, sencillez y humildad.Cualquier persona con muchísimo menos talento que ellos actuaría socialmente hablando de forma diferente, sin embargo creo que ellos todos los días una y otra leen esta frase de José Martíñ:
” No hay Grandeza Verdadera sin SENCILLEZ y GENEROSIDAD”.
los felicito: solamente participar en un evento de tal envergadura como ese es un privilegio,y mas aun cuando se obtienen medallas eso demuestra la calidad de los estudiantes,nuevamente los felicito