Por: M.Sc Angel Taboada Salmerón
Noche fundacional aquella del 3 de octubre de 1965, en el entonces teatro Chaplin (hoy Karl Marx) en que tuvo conclusión un largo, pero fecundo proceso iniciado en 1961, cuando se fusionaron las tres organizaciones revolucionarias con activa participación en el derrocamiento de la tiranía: en las Organizaciones Revolucionarias Integradas (ORI), antecedente de la ulterior restructuración y construcción, al año siguiente, del Partido Unido de la Revolución Socialista de Cuba (PURS).
Recordar que luego en septiembre de 1965, tras varias reuniones entre dirigentes partidistas nacionales y provinciales, se procedió a la integración del Comité Central, que en su primera sesión de trabajo, el 2 de octubre, adoptó como acuerdo ratificar las medidas acordadas por la antigua Dirección Nacional del PURS, al Buró Político (integrado además de Fidel por Raúl, Almeida, el presidente Dorticós, Ramiro Valdés y Guillermo García), al Secretariado y a las comisiones de trabajo.
En aquella memorable jornada del 3 de octubre, en el teatro Chaplin, al presentar al pueblo a los integrantes del Comité Central, Fidel subrayaría que:
«No hay episodio heroico en la historia de nuestra patria en los últimos años que no esté ahí representado; no hay sacrificio, no hay combate, no hay proeza —lo mismo militar que civil— heroica o creadora que no esté representada; no hay sector revolucionario, social, que no esté representado. No hablo de organizaciones. Cuando hablo de sector hablo de obreros, hablo de jóvenes, hablo de campesinos, hablo de nuestras organizaciones de masa».
Fidel una vez más era consecuente con el concepto de pueblo contenido en el programa del Moncada:
“Entendemos por pueblo, cuando hablamos de lucha, la gran masa irredenta, a la que todos ofrecen y a la que todos engañan y traicionan, la que anhela una patria mejor y más digna y más justa; la que está movida por ansias ancestrales de justicia, por haber padecido la injusticia y la burla generación tras generación, la que ansía grandes y sabias transformaciones en todos los órdenes y está dispuesta a dar para
lograrlo, cuando crea en algo o en alguien, sobre todo cuando crea
suficientemente en sí misma, hasta la última gota de sangre…”
Visiblemente emocionado, el Comandante en Jefe Fidel Castro presenta a los integrantes del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, da lectura a la carta de despedida del Che, y anuncia la creación del periódico Granma, pero también se refirió a otro acuerdo de trascendental importancia adoptado por el Comité Central sobre el nombre que adoptaría la organización rectora de la sociedad cubana: Partido Comunista de Cuba. Aludió también una ausencia en el Comité Central de quien posee “todos los méritos y todas las virtudes necesarias en el grado más alto para pertenecer a él”. Y procedió a leer la carta de despedida del Che.
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