El videojuego históricamente no ha sido el medio más comedido o sutil a la hora de tocar ciertos temas. La propia naturaleza de ‘‘Juego’’ o el estándar triple AAA, que apela a grandes audiencias, hace difícil crear obras que sean meditativas-reflexivas, pero también éxitos en ventas. Esto lleva a que los temas controversiales sean evitados o tratados superficialmente. Dentro de ellos el sexo es uno de los más espinosos.
¿Cómo tratan el sexo los videojuegos?
Este puede dividirse en dos vertientes principales: su representación que esla forma en la que el videojuego entiende el sexo como acto en sí, pasando por la estructura, diseño de los personajes o diálogos; y la acción o interacción, si el sexo forma parte en algún momento del sistema de juego o si demanda del jugador.
La representación en el videojuego ha sido tema de diversas discusiones. La figura femenina ha sido víctima de deformaciones para dar lugar a un tipo específico de arquetipo femenino, el voluptuoso y atractivo. Mientras, el masculino tiende a ser poderoso, fuerte.
Esta representación básica y estereotipada es de los temas más controversiales. Recientemente ha levantado revuelo el caso de Miranda, un personaje femenino en Mass Effect que en la versión remasterizada cambió las escenas en las que aparece para no enfocar tanto su trasero.
En principio suena como algo positivo, pero ha levantado una serie de reacciones negativas demostrando lo dividida y protectora que puede ser la comunidad gamer con sus obras, para bien o para mal.
Sin embargo, la representación va más allá de en qué se enfoca la cámara: abarca el diseño de personajes, el planteamiento de su identidad de género,
preferencias o gustos. Pero también como se refieren al sexo en el propio videojuego.
En el campo de la Acción no existen tantos ejemplos generalizados. No es que falten los juegos con una fuerte temática sexual, el problema es su calidad, pues la mayoría son productos complacientes equiparables a la pornografía.
Como ejemplos notables tenemos la saga GTA que ofrece escenas donde los automóviles “se mueven mucho”. En GTA IV si Nico incurre en este tipo de actividades dirá que se siente “vacío” o “esto es todo”.
En San Andreas teníamos el Mod Hot Coffe en el cual CJ podía tener sexo explícito con las chicas con las que salía en citas, después de que estas le invitaran a pasar a tomar café. El escándalo con su descubrimiento fue tal que desencadenó una devolución de dinero masiva y se clasificó a GTA San Andreas como AO (Adults Only), es decir, solo para adultos.
En tiempos modernos algunos videojuegos, principalmente de rol, decidieron abordar la temática del sexo, pero solo como elemento secundario, no una mecánica en sí. God Of War demostró la complejidad de crear una mecánica sexual en ese tórrido mini juego en el que se rompía el Jarrón o la controvertida escena de afrodita.
¿Puede el videojuego ir más allá de eso?
Sí, pero no será fácil. En el terreno de la representación hay que luchar contra estereotipos, tabúes e incluso la propia comunidad que después de años de consumo tiene una idea muy deformada de cómo se tratan ciertos temas y presentan ciertos elementos. Eso, sin mencionar la amoralidad de muchos estudios que no temerán en capitalizar la tendencia más popular del momento.
La acción es aún más complicada,pues se enfrenta al debate sobre si debería ser el sexo siquiera una mecánica de juego. Su futuro parece atado al género erótico o en un mejor caso a las experiencias interactivas cortas de carácter educativo o experimental, que no dejan de ser muy diferentes a lo habitual.
Tomado de Juventud Técnica
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