Último adiós a Conchita

Por: MSc. Zoila Rodríguez Gobea. Profesora de la Dirección de Marxismo

Conchita fue su seudónimo para los que la conocimos y seguirá siendo Conchita hasta que dejemos de existir cada uno de nosotros, simplemente porque fue la madre, amiga y compañera que muchos estudiantes, profesores y trabajadores que en los pasillos de la Universidad de Oriente e incluso en los espacios públicos de la ciudad santiaguera, incluso en la mayoría de las provincias orientales y en la propia Habana. Estuvo cerca en las buenas y en los momentos de angustia de muchos compañeros y compañeras. Fue constante en el debate de temas políticos, históricos hasta en  cuestiones administrativas del colectivo, el departamento, las carreras, cuestiones cotidianas y a veces por qué no, se nos resbalaba en ese diálogo de la vida hasta un chisme institucional y algunos que otros personales porque fue mujer y humana.

Estas palabras aún nos dicen muy poco de su vida. Verdaderamente pensamos que a pesar de sus 76 años recién cumplidos, su vida sería más larga, muchos la imaginamos ver en su casa leyendo o visitándola para conversar asuntos íntimos y seguir planteándole dudas y necesidades de conocer de la Historia de Cuba sus experiencias vividas acerca de la Construcción de Revolución Cubana en sus primeros años; pero lamentablemente no tuvimos esa oportunidad y eso nos entristece mucho, pensar que se fue físicamente de nuestro lado que su rica y vasta experiencia no fue recogida por ser excesivamente optimista y no respetar la muerte.

Concepción Portuondo López nació en La Habana en el Vedado en un hogar humilde el 19 de febrero de 1943 allí vivió hasta los 12 años, luego fue trasladada a la ciudad de Santiago de Cuba por tener su abuela paterna la posibilidad de costearle la escuela y poder brindarle un futuro mejor oportunidad que primeramente fue brindada para su único hermano cuyo carácter recio lo hizo retornar a la capital y es entonces que en su lugar viene Conchita a ocupar este privilegio. Con 14 años ingresa bajo exámenes de rigor a la “Escuela Normal Para Maestros de Santiago de Cuba” entre (1957_ 1961) a estudiar en la carrera de Magisterio, recibe el título de “Profesora de Nivel Superior de Historia”, de este centro decide realizar su práctica sirviendo a la patria en la “Campaña de Alfabetización” con sólo 17 años en “San Lorenzo” perteneciente antiguamente a Jiguaní, la realiza bajo difíciles condiciones e incluso sin saber en ese momento que estaba en zonas asediadas por bandas contrarrevolucionarias que intentaban frustrar el triunfo de la Revolución Cubana.

A partir de 1963 baja de las montañas de Minas del frío y empieza a laborar como profesora de Educación Física en secundarias de Santiago de Cuba como: “Rubén Bravo”, “Espino Fernández”, “Renato Guitart” allí ejerció la función de Subdirectora Docente y Directora por algún período. Ya en 1979 empieza a trabajar en la Universidad de Oriente hasta su deceso el día 26 de abril de este año 2019, aquí enseñó las asignaturas de Historia del Movimiento Obrero Cubano I y II (1979-1988), Historia de la Revolución Cubana hasta 1996, en la Universidad de Zacateca de México impartió un “Curso de Historia la Revolución Cubana” y posteriormente se dedica a enseñar Historia de Cuba para las carreras de prestación de servicios sobretodo en Sicología de la facultad de Ciencias Sociales y la Carrera de Derecho, en cuyas aulas estuvo dando clases hasta que no pudo soportar el malestar de su enfermedad. Aquí fue jefa de departamento de Marxismo-Leninismo, Jefa de Colectivo de Historia de Cuba, Presidenta del tribunal de Categoría Docente para Instructor y Asistente. Impartió más de una docena de cursos de Posgrados.

Conchita fue además un ejemplo de esfuerzo personal entrega y consagración al trabajo en particular a tres grandes profesiones: REVOLUCIONARIA, PROFESORA y FAMILIA. Es tan amplio su quehacer que sólo  mencionaremos algunos de los más relevantes.

Participó en manifestaciones callejeras contra la dictadura de Fulgencio Batista, Ingresó en las Milicias Estudiantiles en 1959, fue fundadora  de la FMC en 1961, ingresó en la UJC en 1965, luego al Partido Comunista de Cuba en 1967 ocupando diversas responsabilidades. En 1980 ingresó en las MTT entrando al puesto de Jefa de Plana del BOM 4, Regimiento 600. Participó en los Planes de Escuela al Campo, en la Caña y la Construcción. En 1976 trabajó en el “Proceso Eleccionario del Poder Popular”. Fundadora de la “Unión de Historiadores de Cuba” en 1982, siendo propuesta en varias ocasiones por su Sesión de Base de la UNHIC para recibir el Premio Ramiro Guerra en Consagración pero por su modestia  nunca aceptó.

Estamos en presencia de una atleta que en su vida estudiantil y juvenil estuvo de competencia en “Carrera con Vallas de 100 metros Planos”, viajando en competencia a Jamaica, España, Brasil y México. Que anduvo escudriñando en la vida y obra de Ernesto Guevara siendo además fundadora de la “Cátedra del Ché en la Universidad de Oriente”, fue delegada al XVI Congreso Nacional de Historia. Miembro del Equipo de Investigación Histórica del Comité Provincial del PCC en Santiago de Cuba y autora de las “Síntesis Histórica de la Provincia de Santiago de Cuba”. Alcanzó el título de Máster e hizo todos sus esfuerzos por hacerse Doctora en Ciencias Históricas.

 La vimos participar por más de dos décadas en eventos científicos estudiantiles como: Seminario Juvenil Martiano, Historia de la FEU. Espectadores de los tantos reconocimientos y medallas recibidas en esta Institución como: Reconocimiento de la UJC y la FEU, Reconocimiento de la Asamblea Municipal del Poder Popular en Santiago de Cuba en el 2007, Diploma de los 60 Años de la Universidad de Oriente, Distinción por los Servicios en la Preparación para la Defensa, Medalla de la Educación Cubana 1984, Orden “Rafael María Mendive” 1985, Distinción 28 de Septiembre 1984, Orden “Pepito Tey” 1991, Premio anual Científico-Técnico del MES 1988.

Nos deja una huella bibliográfica de incalculable valor por tratarse además de los estudios de Santiago de Cuba en la Neocolonia entre 1940-1952, de este período su libro “Los partidos políticos en Santiago de Cuba 1944-1952” e innumerables publicaciones en CD, revistas locales, nacionales y extranjeras. Todo esto es insuperable porque en los que bien la quisimos, la respetamos como “Maestra de Maestros” y aún la seguiremos queriendo, pero lo más grandioso es haberla tenido entre nosotros y nosotras en sus estudiantes, sentirnos agradecidos por enseñarnos a ser modestos, a ser bondadosos, honrados, a ser fieles, amigos. Nos queda su ejemplo de entrega, el compromiso con el deber, con la familia, la escuela y su Revolución porque CONCHA jamás le falló a su Revolución y la vimos llorar y agradecerle al Comandante Fidel Castro cuando recibíamos sus cenizas en la Plaza de la Revolución “Antonio Maceo”, esa fue Conchita.

¡ A PERSONAS COMO ELLA NO SE LE DICE ADIÓS, GRACIAS ETERNAMENTE!

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3 comentarios

  1. Sensible pérdida para el claustro de la UO. Gracias Conchita por la sabiduría transmitida y la disciplina exigida.

  2. Estimada Comchita gracias por regalarnos su sonrisa y consejos cada vez que pasaba por el local de la FEU, por inculcarnos con su modestia mejores maneras de hacer, la generación de dirigentes estudiantiles del 1997 al 2002 la recordaremos siempre.

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