El intermedio de agosto nos trajo una lamentable noticia para la comunidad académica y estudiantil de Santiago de Cuba y del país. La muerte, con su inefable función, nos privó de la presencia física de uno de los hijos más distinguidos de la Universidad de Oriente, nuestro Profesor de Mérito Dr.C. Miguel Ángel Matute Peña.
Los convulsos inicios de la década de 1930 le habían visto nacer en esta tierra heroica, asidero de sus mejores obras. Al indagar en las diversas referencias bibliográficas o documentales del profesor Matute siempre se destacan su avidez renovadora y su función pionera en el ámbito científico, cual intrínseca forma de vida.
En el afán de ensanchar su formación se graduó como maestro normalista en 1950 para luego titularse como Ingeniero Electricista en 1966. Dos décadas más tarde, en otra vuelta de tuerca, recibió el doctorado en Ciencias Filosóficas. Fue así como, a partir de una sólida ejecutoria investigativa y académica, se ganó el respeto de los profesionales en áreas del conocimiento al parecer tan distantes.
Pero en el profe Matute no solo se dio con inusitada coherencia la simbiosis del cientista social con el técnico sino la del buen maestro con el líder científico, sobre todo un educador.
Entre tanta entrega, compromiso y talento se destaca su labor en la fundamentación de las carreras de Física, Matemática y Sociología, esta última especialidad que introdujo en el Alma Mater oriental; fue coordinador de la Maestría en Técnicas de Avanzada para el Desarrollo Integral Comunitario, impartida en la Universidad de Oriente y la Universidad Autónoma de Zacatecas; México; impartió diversos cursos, estudios de postgrado, diplomados, maestrías, entre otros; participó en el proyecto NOVOA el cual recibió el Premio de la UNESCO en el año 2000; participó en la investigación sobre los movimientos pendulares en la ciudad de Santiago de Cuba y la sociología urbana y organizó proyectos sobre la sociología del turismo a partir del crecimiento de este sector en Cuba desde la década del 90 del pasado siglo.
Asimismo, dirigió varias tesis de doctorado y maestría; realizó entrenamientos de computación, metodología general, la historia de la ciencia, algunos modelos y epistemología tradicional y compleja. Publicó diferentes artículos en revistas nacionales y extranjeras así como libros, los cuales son utilizados como materiales docentes en las carreras de Sociología y Matemática.
De su erudición también se supo en otras latitudes, -en distintas misiones y contextos-, siempre representando a Cuba y a la educación cubana en Italia, Suecia, Canadá, la antigua Unión Soviética, Puerto Rico, España, México, entre otras naciones.
Desempeñó distintas responsabilidades como las de Director de la Escuela Básica de Tecnología y Ciencias y luego, Decano de la Facultad de Ciencias para más tarde convertirse en Vicerrector Docente de la UO.
Recibió diversos premios de la Universidad de Oriente, el Ministerio de Educación Superior y la Academia de Ciencias. Fue reconocido, además, como Vanguardia Nacional y distinguido con Orden “Frank País García” de Segundo Grado, que otorga el Consejo de Estado.
Por rango institucional fue Profesor Titular y por cuestión de honor Profesor de Mérito, pero para quienes compartieron amistad o trabajo con él fue un hombre excepcional, íntegro, un formador que deja una huella definitiva en el preciado tesoro de la ciencia y la educación cubanas.
En el profe Matute no solo se dio con inusitada coherencia la simbiosis del cientista social con el técnico sino la del buen maestro con el líder científico, sobre todo un educador.
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El Maestro Matute fue de muchos Dr. C. de la Universidad de Oriente, el artífice del pensamiento científico y el educador de la ética cotidiana, su sencillez siempre lo hizo grande y su versatilidad en los dominios del conocimiento lo confirma. Las nuevas generaciones de científicos y profesores de la UO deben conocer sus grandes lecciones. Ayudó a muchos a formarse a cambio de nada, solo por ser hasta los tuétanos Maestro.
El Dr. Matute es de esos profesores que son base del prestigio de nuestra Alma Mater, por sus conocimientos, su dedicación y constancia. Y sobre todo por un valor que solo tienen los grandes con verdadero talento: la sencillez.
Un gran profesor y amigo, quien con su ejemplaridad y dedicación nos enseño a formarnos como profesores.Un hombre de pensamiento profundo y muy amplio.Un gran profecional.
Fue un profesor al cual todos sus alumnos quisieron seguir, por su ejemplaridad, sus conocimientos, su manera de enseñar.Un ejemplo para todos aquellos que cerca de el en nuestra formación ayudó muchas veces sin saber que lo hacia.Un gran amigo.
Muchas generaciones en la Universidad de Oriente fuimos sus alumnos, fue de esas mentes grandes que tuvo el privilegio de que lo llamasen Maestro, y sobre todo disfrutarlo pues supo que ser Maestro es ser creador.
El Dr. Miguel Angel Matute Peña fue un hombre integral identificado plenamente con la Revolución con amplios conocimientos tanto en el campo de Ciencias y Técnicas e igualmente en la Ciencias Sociales y Pedagógicas. Tuve el honor de conocerlo personalmente tanto profesor que fui de el, en muchas actividades ya como educador , en los trabajos productivos, en el barrio , y siempre aprendiendo algo nuevo con el en donde se manifestaba su grandeza y optimismo en todo lo que hacia a pesar de que en los últimos años de su vida había completamente perdido la visión.