La comunidad universitaria, compañeros de trabajo y amigos del profesor José Leonides Carvajal Morasen, del departamento de Cultura Física de la Universidad de Oriente, recibieron con dolor la noticia de su fallecimiento. El también atleta y entrenador de voleibol, se despidió de la vida en horas de la mañana de este jueves, a los 72 años de edad.
Aunque José Carvajal era licenciado en Historia y poseía una amplia cultura, el amor por el deporte lo llevó a realizar una destacada labor investigativa. Estudió por ejemplo, los factores que inciden en el nivel de participación en las actividades físico-deportivas y recreativas en los estudiantes, y analizó las pruebas de eficiencia física de los universitarios. También tuvo a su cargo varias publicaciones, entre las que sobresalen: “Motivaciones y necesidades que inciden en la práctica de la Cultura Física en la Universidad de Oriente” y “El Voleibol Moderno, globalización y desarrollo.”
Entre sus logros deportivos se destaca la Medalla de Oro obtenida en los Juegos Centroamericanos y del Caribe del 1966, en Puerto Rico; y su participación en el Campeonato Mundial de Praga, Checoslovaquia, de ese mismo año. Mereció las medallas al mérito “Mártires de Barbados” y “Cerro Pelado”.
En la Universidad de Oriente, José Carvajal ocupó el cargo de Jefe de Departamento de Cultura Física durante la década de 1970, y militó por varios años en las filas del Partido Comunista de Cuba.
El ejemplo del profesor Carvajal Morasen como profesional y amigo excepcionales, perdurará en quienes lo conocieron. La dirección de la Universidad de Oriente, expresa familiares, amigos y colegas su más sentido pésame.
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Paradigma de profesor y de hombre cabal José Carvajal dejó su impronta en varias generaciones de alumnos y una legión de amigos. Tiene por derecho propio un lugar digno en la memoria de Universidad de Oriente.
El Profe Carvajal supo siempre ser amigo de las mejores causas, durante años caminó como un Quijote negro por nuestras canchas haciendo siempre el bien. Le recuerdo perfectamente, a los grandes, y hay muchos aún entre nosotros, no se les debe olvidar, sirvieron y empujaron para expandir nuestros horizontes intelectuales y humanos.