“…No le quite años a su vida, póngale vida a sus años…es mejor…”

El tiempo pasa y nos vamos poniendo viejos, esa es una realidad latente, pero me pregunto ¿por qué reniegas la edad que tienes? Muy por el contrario contrario debes sentirte orgulloso/a de lo que has vivido, aprendido, de las experiencias que has acumulado con el paso de los años. Una estrofa de una canción del guatemalteco Ricardo Arjona, reza: ” señora no le quite años a su vida, póngale vida a los años que es mejor…”

Vivir, estoy seguro, es el tesoro más valioso que poseemos los seres vivos, sin embargo, hay personas que “atropellan” su vida dejando que los domine la pereza y el fracaso; o posponiendo sueños que, para lograrlos, sólo basta motivación, esfuerzo personal, romper tabúes para dejar de “hacer nada”.

Ejemplos pudiera mencionar muchísimos: en la esquina puedes encontrar un grupo de jóvenes desde horas tempranas malgastando su tiempo; sales para el trabajo y cuando regresas en la tarde o en la noche te los encuentras aún allí “viviendo a su manera”. Y no es que los critique, para nada, todo adulto es libre de hacer con su vida lo que le plazca, pero el daño se lo están haciendo ellos mismos, aunque no se den cuenta en el momento. Trabajar no es su prioridad, ellos piensan que la sociedad puede esperar por su aporte. Hay algo claro y evidente: en esa “esquina” la vida es un trueque; detrás de un grupo de vagos, de antisociales, alcohólicos, también se esconde un grupo de ilegalidades.

Muchos aplazan cuestiones tan elementales como realizarse un chequeo médico, revisarse la vista, ir al dentista o consultarle al doctor ese síntoma que le preocupa, pero como “no mata” no tiene importancia y puede esperar.

Hay quienes prefieren sentarse horas y horas a dormitar en un sillón. Otros sólo piensan en mañana, planeando vivir en el futuro de esta o aquella manera … obvian que la vida es hoy, ahora, a cada instante.

Recuerde siempre que no hay imposibles; valorar su tiempo es mejor que quedar luego en un mar de lágrimas: yo hubiera…yo podría…yo quería…

No se sumerja en la monotonía, gane en calidad de vida; y cuando hablo de “ganar en calidad de vida” no me refiero sólo a alimentarse bien; a tener un hogar confortable; a vestir con “el último grito de la moda”, o a tener la cartera llena de dinerito; es mucho más que eso: me refiero a enriquecer el espíritu, y eso solo depende la voluntad personal de cada cual.

Es cierto que el hogar y el trabajo traen consigo: la rutina diaria; y está nos envuelve en un círculo vicioso del que a veces es difícil salir. Pero, por favor, tenga siempre presente que el día de hoy no es reemplazable; los caminos abiertos pueden cerrarse; la llama del amor de una pareja puede esfumarse, si se descuida; la propuesta que rechazaste quizás no se repita … la vida, tarde o temprano, acaba … por muy crudo que suene.

Sí, sabemos que la vida está llena de imprevistos, de contratiempos, zancadillas, tropiezos, sustos, decepciones, tristezas, dolores y añoranzas; pero también está llena de alegrías, de experiencias inolvidables, repleta de aventuras, de recuerdos que serán eternos, de gente noble, buena y sorprendente que te rodea y que está ahí, siempre, para darte su mano amiga, para caminar y avanzar hacia el futuro que siempre puede ser mejor, pero que solo puede construirse día a día.

Entonces, siga mi consejo, viva intensamente, obvio responsablemente. No continúe dejando para después las metas que se ha propuesto, porque en un intento, en tan solo uno, se nos va la vida.

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