El investigador, crítico de danza y profesor Miguel Cabrera historiador del Ballet Nacional de Cuba (BNC) impartió la clase didáctica un encuentro con la danza en la Universidad de Oriente.
Este enamorado de los bailes desde su infancia compartió con los presentes sus experiencias con la escuela cubana de ballet desde dentro, en una relación afectiva para él como ser humano y profesional.
Explicó los orígenes de esta manifestación artística en nuestro país, la evolución del mismo en el difícil entorno de la Cuba republicana y el glorioso presente que comenzó a gestarse tras la alborada revolucionaria del 1 de enero de 1959.Reconoció además, el papel primordial que desempeñó la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) en la consolidación de este sueño.
En la medida que habla y cuenta una historia clásica salen a escena Daniela Gómez y Marlom Frómeta, una pareja del BNC, que con sus eficaces movimientos lo siguen al pie de la letra. Frente a los ojos de todos, ella se convierte en la campesina Giselle y él en su amado Albrecht.
La clase es sencilla, los bailarines con movimientos ligeros, pequeños y rápidos encuentran el equilibrio perfecto en la obra ejecutada.
Para Cabrera, que el público conozca el ballet desnudo, sin escenografías y coreografías es una máxima, por ello de manera sincera y desde el corazón explicó la técnica, la expresión y los estilos que en su conjunto hacen de cada espectáculo una joya exquisita.
Cuenta cómo el ballet expresa la energía a través del cuerpo.Una práctica que tiene disciplina, un arte donde los instrumentos son los músculos, el cuerpo y los huesos.
Dijo sentirse enamorado de Santiago y feliz de volver a la Alma Mater oriental, al mismo escenario que compartió hace varios años con Alicia Alonso.
Fotogalería
Fotos:Rovier Mesa Rodríguez
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