Vilma: una mujer de luz

Hace 92 años nació en Santiago de Cuba una mujer brillante: Vilma Lucila Espín Guillois. Brillante porque su luz es para siempre, nunca se apaga. 

Esa luz se encendió el día de su nacimiento, el 7 de abril de 1930. Tuvo la buena educación de sus padres: José Espín y Margarita Guillois; sus hermanos: Liliana, Nilsa, Iván, Sonia y José Alejandro. Vilma, cursó sus estudios primarios en la Academia Pérez Peña y los secundarios en el Sagrado Corazón, escuelas de su ciudad natal, graduándose de Bachiller en Ciencias, en 1948.

Es en la Universidad de Oriente donde inició una etapa decisiva en el afianzamiento y desarrollo de sus ideas políticas, estas la distinguieron entre la más avanzada juventud combatiente de su época. En el arte también se destacó participando en la Coral Universitaria dirigida por el italiano Juan Viccini. También perteneció al grupo de danza, ya que desde pequeña, estudió ballet, y fue, además,  la capitana del equipo de voleibol de la Universidad. Como estudiante integral, se gradúa de Ingeniera química.

En el movimiento revolucionario cubano vio la posibilidad de defender sus ideales, su trabajo fue arduo y constante, lo que le valió años más tarde convertirse en Heroína de la República de Cuba. Fue una notable combatiente clandestina bajo las órdenes de Frank país García, en especial durante el alzamiento del 30 de noviembre de 1956 alzamiento del 30 de noviembre de 1956 en Santiago de Cuba. Se unió al Ej´ército Rebelde en la Sierra Maestra, sin importarle que su vida corriera extremo peligro en la insurrección urbana.

A partir de !959 fue conductora principal de las acciones políticas y estatales para materializar el acceso pleno de la mujer cubana a sus derechos. Un capítulo importante de su vida fue  la fundación de la Federaci`´ón de Mujeres Cubanas, en 1960.

Integró el Comité Central del Partido Comunista de Cuba, desde su fundación en 1965, siendo ratificada en todos los Congresos. En 1980, en ocasión del Segundo Congreso del Partido Comunista de Cuba, resultó elegida miembro suplente del Buró Político del mismo, y en el Tercer Congreso fue promovida a miembro efectivo de esa instancia de dirección, responsabilidad que desempeñó hasta 1991.

Fue Diputada a la Asamblea Nacional desde su primera legislatura y miembro del Consejo de Estado desde su constitución.
Vilma Espín presidió, desde su creación, la Comisión Nacional de Prevención y Atención Social, y la Comisión de la Niñez, la Juventud y la igualdad de derechos de la Mujer, de la Asamblea Nacional del Poder Popular.
Por sus relevantes méritos recibió múltiples condecoraciones, títulos y órdenes nacionales e internacionales, entre las que se destaca el título honorífico de Heroína de la República de Cuba.


Murió el 18 de junio de 2007 en La Habana, debido al agravamiento de una enfermedad que la aquejaba desde hacía algún tiempo. Sus restos descansan en el Mausoleo del Segundo Frente oriental “Frank País”, lugar histórico situado en las estribaciones de la montaña de Mícara, donde reposan los combatientes fallecidos de éste Frente.

Vilma es paradigma de la mujer revolucionaria cubana de todos los tiempos;  es un ejemplo de fidelidad, capacidad de sacrificio, honestidad y entrega a la causa, que sirve de luz a las nuevas generaciones.

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