A pocos días de haber proclamado la nueva Constitución de la República de Cuba, tuvo lugar el XXI Congreso de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), en cual participaron representantes de la organización sindical en cada provincia.
El evento de los trabajadores de La Isla se desarrolló en un contexto internacional injusto y excluyente, marcado por la política injerencista y neoliberal del gobierno de los Estados Unidos, por lo cual la ocasión fue propicia para que el proletariado cubano dejara en claro su postura ante el mundo, al tiempo que analizaba el funcionamiento de su organización.
La Universidad de Oriente tuvo el privilegio de contar con dos delegados que representaron a las 115 secciones sindicales en la Casa de Altos Estudios: MSc. Mizraím Álvaro Vázquez Sedano, Secretario general del Buró Especial Sindical de la UO, y el Dr. C. Reinier Limonta, profesor en la Facultad de Derecho.
La Tablilla conversa con uno de ellos: el también profesor de Topografía en la Facultad de Construcciones, Álvaro Vázquez, para que comente sobre el desarrollo de dicho evento, los principales planteamientos e inquietudes de los participantes y su experiencia como participante a esta magna cita.
¿Qué impresión se llevó de la magna cita?
El sentimiento que se queda es muy grato. Compartimos con buenos trabajadores de todas las provincias, representando a los 15 sindicatos que componen la CTC. Allí se escuchan anécdotas, vivencias y experiencias de esos compañeros que conmueven.
Conocimos a cuentapropistas que hablaban con un gran sentido de pertenencia hacia su sindicato y la Revolución, también intercambiamos con personas mayores de 70 años que afirman no jubilarse mientras tengan fuerzas para trabajar y el país los necesito.
El intercambio entre los delegados es muy importante, y sumado a la presencia permanente de todo el Consejo de Ministros durante el evento, hicieron de este un encuentro realmente productivo y digno de orgullo.
¿Qué significó para usted participar en el congreso en representación de los más de 3 mil sindicalistas de la UO?
Fue un gran compromiso, no solo con la universidad sino con todos los afiliados a la organización en la provincia y el país, porque en realidad los principales problemas son comunes para todos los burós sindicales, y es nuestro deber como líderes buscar soluciones y vías para mejorar el funcionamiento, así como dar respuestas a las inquietudes de nuestros compañeros.
¿Qué particularidades del evento quisiera resaltar?
Primero que el informe fue muy crítico hacia a la administración, y muy autocrítico con el funcionamiento interno de la organización; fue un documento muy actual, en estrecha relación al momento que vivimos.
En el debate en comisiones la premisa era que nadie se quedara callado, todos debían plantear sus inquietudes.
Yo estaba en la comisión 4, que abordaba el trabajo político-ideológico y las acciones del movimiento sindical cubano para el perfeccionamiento y efectividad de su impacto en los trabajadores, en la cual participaron la Ministra de Educación y el de Cultura.
Allí la política era escuchar a los trabajadores, no importa cuánto demorara el debate, porque el congreso era para eso.
Se plantearon inquietudes como la referente a los salarios de los trabajadores estatales; el pluriempleo; el descuento del 5 por ciento; el pago por antigüedad, que constituye un reclamo de muchos sectores; también se abordaron cuestiones referente a la entrega de medalla, sellos, diplomas, etcétera; y se hizo referencia al derecho que tienen los trabajadores a participar en la planificación del presupuesto.
Fue muy productivo el intercambio, los delegados salimos satisfechos de nuestro XXI Congreso de la CTC, ahora nos queda cumplir con los acuerdos que se aprobaron: mantener nuestro trabajo en aras de fortalecer la unidad, reafirmar la formación de valores éticos y morales, y perfeccionar el enfrentamiento a la subversión política e ideológica; todo ello para que la organización vaya en ascenso camino a la XXII edición .
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