Transcurre el cuarto mes del año 2020, y el mundo continúa estremecido por el incremento de contagios por la COVID-19.
Una situación que pone en riesgo a toda la humanidad. La pandemia ya existe en 180 países y se han confirmado más de 12 millones de casos positivos en todo el mundo.
Entre los países más afectados sobresalen España, Italia, Alemania y Francia. Del continente americano: EE.UU., Canadá, Brasil, Chile y Ecuador.
La realidad es una: la pandemia avanza y con mucha fuerza. Vemos como en la primera potencia del mundo se multiplica el número de casos, sobre todo en la ciudad de Nueva York. También la cifra de muertos de esta nación supera los 10 mil, y lo más triste es que cada Estado asume sus propias medidas de prevención, sin cumplir la principal y más efectiva: quedarse en casa.
Por otra parte, Ecuador afronta una fuerte crisis sanitaria, y se encuentra pidiendo ayuda humanitaria a Cuba.
En Japón se estudia la posibilidad de declarar Estado de Emergencia.
Y Cuba, a pesar del bloqueo impuesto por EE.UU., recibe ayuda humanitaria de la República Popular China.
Como vemos la situación cada vez es más caótica y convulsa, pero a pesar de ello, la Mayor de las Antillas se destaca por ejemplos de Solidaridad.
Mientras tanto, internacionalmente, crece el respeto y el agradecimiento a la Brigada Médica Cubana Henry Reeve; sobre todo en los países donde hay presencia de nuestros representantes de las Batas Blancas: dígase Suriname, Lombardía, de la región norte de Italia, México, Antigua y Barbuda, el Principado de Andorra, en Francia, Venezuela, Nicaragua y Haití. Las palmas para ellos, y también para los que trabajan en cada rincón de nuestro país y del mundo.
En Cuba se continúan realizando las pesquisas activas, con la ayuda y cooperación de los estudiantes de Ciencias Médicas. También se incrementa la realización del test-rápido para detectar la presencia o no de la enfermedad; y no solo en los viajeros y sus familiares, sino también en los más vulnerables: personas de la 3era edad, niños, y los que padecen enfermedades crónicas no trasmisibles como la diabetes, la hipertensión arterial y los problemas respiratorios.
Son tiempos de aislamiento social, donde lo principal es prevenir para salvar.
El llamado que se impone es: Quedarse en casa…por supuesto, siendo productivos.
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