Dra.C. Martha Mesa Valenciano sobre Cumbre de las Américas: “Una lección histórica”

Como parte de los eventos previos a la cita de mandatarios de la VII Cumbre de Las Américas, celebrada a inicios de abril en la capital de Panamá, el Centro de Convenciones Megapolis acogió el Foro de Rectores los días 9 y 10, al que asistieron más de 400 académicos de los 35 países participantes para analizar el rol de las universidades en el marco de la cooperación hemisférica para la prosperidad.

Cuba acudió a esta cita con 13 directivos de varios centros de Educación Superior junto a tres intelectuales invitados: Eusebio Leal Spengler, Eduardo Torres Cuevas y Sergio Guerra Vilaboy.

Este encuentro fue una propuesta del Gobierno de Panamá, sin precedentes, que reunió a los rectores de las universidades más prestigiosas de la región, quienes presentaron un marco de políticas públicas sobre la educación en la región, con el fin de llegar a la equidad educativa.

La Dra.C. Martha del Carmen Mesa Valenciano, miembro del Consejo de Estado y rectora de la Universidad de Oriente, comparte con La Tablilla sus impresiones sobre esta iniciativa y la Cumbre en general, después de participar en lo que ya muchos consideran un “hecho histórico”.

IMPRESIONES INICIALES

“Era la primera vez que la Cumbre incorporaba un Foro de Rectores bajo el significativo lema “Prosperidad y Educación, el Desafío de la Cooperación en las Américas, el Rol de las Universidades”, en el marco que presenta los desafíos de la cooperación en Las Américas y del rol de las universidades en ese empeño. Al ser una temática abarcadora y flexible todos los rectores, estuvimos plenamente identificados con el objetivo que el Foro se planteó desde el inicio .

“Las palabras iniciales estuvieron a cargo del presidente panameño, Juan Carlos Varela. Intervinieron además, el rector de la estatal Universidad de Panamá, Gustavo García de Paredes, y la directora de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Alicia Bárcena.

“Varela pronunció un discurso inteligente, donde habló de la importancia de la Educación para nuestros países y del rol de las universidades para el desarrollo; desde su intervención comenzaron a aparecer términos que los cubanos tenemos resueltos y que nos parecen muy simples, como la equidad del acceso o la educación gratuita. Son aspectos que muchas naciones de América Latina no han solventado o donde la presencia de la Universidad privada es muy alta.

“Después se sucedieron varias conferencias. De ellas, una de las más interesantes, y que creo hay que estudiarla por lo que representa, fue la de Alicia Bárcena, directora de la CEPAL. Ella remarcó la necesidad de potenciar una Educación gratuita y de calidad, y ofreció datos sobre el sistema educacional cubano: cómo es aquí el acceso, cómo son las universidades. Con esas referencias nos sentíamos gratamente aludidos, porque se va identificando nuestra labor en esa área como la aspiración de las universidades en el continente.

“Siguieron otras presentaciones en una jornada agotadora, donde también habló el secretario saliente de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, en un discurso muy respetuoso y conciliador. De ahí, disertaron cinco rectores de importantes universidades, entre ellos el de la Universidad de La Habana. Este es un hecho significativo porque, del amplio número de universidades de América, que nos representara la madre de las universidades cubanas, con más de 200 años de historia y prestigio, es muy importante.

“En la tarde de esa primera jornada hubo impase por las medidas de seguridad que se tomaron, porque iba a hablar al plenario el secretario de Estado de los Estados Unidos, John Kerry. Impartió una conferencia sobre la importancia de la Educación y se refirió a los planes de su país para impulsar el intercambio con el resto de la región en materia universitaria. Fue un discurso muy profesional, donde identificó a la Educación como uno de los problemas fundamentales para el mundo. En ese sentido abordó la importancia de la innovación e introdujo el tema del cuidado al medio ambiente. En algún momento, mencionó los nuevos programas de becas que impulsa su país y mencionó a Cuba como una posible fuente de incremento de becas. Este marco se conocía, existe desde el acercamiento de ambos gobiernos, sobre todo en materias relacionadas con la tecnología, pero siempre con la intención de establecer líderes para fomentar su visión de esos procesos.

“El segundo día, a media mañana, nos dividimos en tres mesas, en las que ya nos habíamos inscrito con anterioridad, dirigidas a temas diferentes: Movilidad Académica, Tecnología e Innovación, e Investigación y Desarrollo Económico Sustentable. Estos fueron los aspectos que abordaron, los rectores escogidos para hacerlo, en el plenario. Las mesas estaban preparadas dentro de un mismo salón, con un importante despliegue tecnológico, y se trabajó en ellas hasta el mediodía para luego cerrar con las consideraciones que serían expuestas por los jefes de Estado en una relatoría salida del consenso entre todos los participantes”.

DENTRO DEL FORO

“El Foro no estaba pensado para debatir mucho, sino para escuchar. Nosotros estamos acostumbrados al intercambio entre rectores para debatir. En mi mesa, la de Desarrollo Económico Sustentable, me acompañaban por la parte cubana, según recuerdo, la viceministra del Ministerio de Educación Superior Miriam Alpízar, el rector Andrés Castro Alegría de la Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas y Santiago Lages Choy, rector de la Universidad de Camagüey “Ignacio Agramonte y Loynaz”. Teníamos un moderador que se tomó mucho tiempo defendiendo un criterio sobre la economía del conocimiento. Es rector de una universidad privada en Jamaica y, para ellos, el conocimiento es ante todo dinero, ingresos, economía trasnacional. Nunca habló de un enfoque local para la solución de los problemas que nos aquejan, pero nosotros dejamos nuestros criterios como sugerencias.”

“De las recomendaciones resultantes de nuestra mesa ponderamos la creación de más instancias de cooperación, que pueden ser eventos, talleres u otros tipos de encuentro, que permitan realmente mejorar la cooperación; fortalecer el diálogo entre empresa y Universidad, porque ese diálogo existe pero hay que vigorizarlo, y todavía hay empresas que no reconocen el rol de la Universidad dentro de la sociedad más allá de lo formativo. Es un asunto histórico dentro de la Educación Superior cubana, por ejemplo, que tenemos muchas investigaciones o formamos recursos humanos bien preparados y discutimos doctorados con temas de mucha actualidad e importancia, pero nada de esto es bien provechado por las empresas. La tercera propuesta fue que el vínculo Universidad-sociedad se fortalezca más en las localidades. Se cuenta con algunas experiencias en materia de desarrollo local pero estas aún no han alcanzado las potencialidades y logros que pudieran tener”.

CUBA

“Las ideas y conceptos que se llevaron al Foro son comunes a todas las universidades y todos coincidimos en que esas eran las temáticas en las que la que nuestras instituciones debían tener mayor incidencia. Quizás si se hubiera llevado, por ejemplo, la Educación privada, hubiera existido algún conflicto de intereses; aun cuando asistimos a otros eventos, como el Congreso Universidad que se celebra en la capital cubana cada dos años, en el que se resalta el papel social de la Universidad y el carácter humanista de la nuestra: temas que no fueron tocados en Panamá. Pero igualmente creímos que los temas abordados eran oportunos, y no existió ninguna agresión hacia ningún enfoque expuesto.

“En el caso específico de Cuba hubo reconocimiento, prácticamente en todos los espacios de representantes de muchas naciones. Por ejemplo, el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, José Narro Robles, que fue presidente de la Unión de Universidades de América Latina y el Caribe (UDUAL), organización de la cual la Universidad de Oriente forma parte junto a otras cinco universidades cubanas, manifestó que Cuba nunca estuvo alejada del ámbito académico de nuestra área geográfica aunque su participación en el Foro coincidiera con su incorporación a la cita de los gobiernos.

“Nosotros no podemos decir que estamos conectados con todas las universidades pero tenemos colaboración prácticamente con todos los países de América Latina, al menos con una Universidad en cada nación, sin importar si es pública o privada”.

ENSEÑANZAS

“En Cuba tenemos que trabajar mucho más, y eso lo sabíamos antes del Foro. De hecho, fue una de las propuestas que llevamos: modificar los mecanismos con los que hoy gestionamos la ciencia. Este imperativo fue una de las cosas que valoramos en el más reciente Consejo de Dirección de la Universidad. En estos momentos, por determinadas razones, nuestra gestión no es eficaz.

“La gestión de la ciencia tiene que ser evaluada primero en aquellos lugares donde existen científicos capaces de llevar la ciencia, y se deben definir las líneas de investigación aprovechando las condiciones y potencialidades de cada lugar, para que todas las universidades no anden investigando lo mismo o lo hagan aquellas que no tengan los recursos o las personas preparadas para ello. Cuando una ve lo que se hace en otras universidades al respecto y la intencionalidad a la hora de ubicar los recursos, se percata de que aquí se puede hacer mejor. Escenarios como el que propició el Foro de Panamá nos evidencian que todavía estamos lejos de lo que necesitamos en este sentido.

“Allí vimos, por ejemplo, la Ciudad del Saber de Panamá, que es como una gran concentración de muchos intereses y fines en una Universidad, diseñada de otro modo. En la actualidad se está proponiendo a la UCI como una ciudad donde se concentran acciones relacionadas con la informática, tomando de estas y otras experiencias, como las de Ecuador”.

LA CUMBRE

“La visión de la Cumbre completa nosotros la tuvimos cuando llegamos a Cuba, porque allí estábamos separados y teníamos una visión parcial por lo que podíamos brevemente indagar en internet, Cubadebate o Telesur; y la visión que daban los medios a los que teníamos acceso en el hotel, como cubanos, nos hacía sentirnos muy agredidos. La credencial del Foro no permitía estar en otro foro y, estando allí, uno no tenía la visión completa; ni siquiera los medios podían mostrar eso. Nos preguntábamos por qué no se publicaban más cosas sobre nuestro Foro, que había sido tan tranquilo y profesional.

“Para todos los cubanos que pudimos estar en la Cumbre la primera sensación que sentíamos era la de ser observados porque era la primera vez, fue un momento histórico para Cuba, toda la prensa estaba concentrada en el momento de la llegada del presidente Raúl Castro y sabíamos que cada uno de nosotros, desde su pedacito, desde la incorporación a cada foro paralelo, iba a dejar una huella.

“Todas las impresiones sobre aquellos días cerraron con el discurso de Raúl. Era ya mediodía, nosotros estábamos a punto de salir del hotel, pero estábamos en las habitaciones porque sabíamos que era un momento importante. Al escucharlo nos emocionamos con la forma en que planteó sus posiciones; al ver la pasión con que habló, con la simpatía y valentía con que le dijo al presidente norteamericano las cosas que la Revolución ha defendido siempre y cómo, sin embargo, se apreciaba el respeto que mostró al reconocerlo como un interlocutor válido.

“Raúl se mantuvo firme en la postura que ya dejó clara el 17 de diciembre pasado: propiciar una convivencia respetuosa con los Estados Unidos a pesar de nuestras profundas discrepancias en distintos temas. Escucharlo poco antes del regreso, para mí. fue sumamente grato. Me llené de convicción por lo que defendemos, un proyecto que es lindo, que tiene cosas en las que hay que trabajar pero es lindo, humano, y lo seguiremos defendiendo.

“Ver a nuestro mandatario, reconocido junto a todos los de las otras naciones independientes del continente, y hablando de aquella manera, fue magnífico. Hay momentos que una quiere recordar para toda la vida. Este será uno de ellos para mí, incluso cuando estando tan cerca lo vi, como casi todo el mundo, por la televisión.

“Saber que allí estuvieron nuestros principios, nuestras verdades, que nos acompañan hace tantos años y que se pueden defender igualmente si encontramos un clima y una manera respetuosa de dialogar con los que piensan diferente a nosotros, creo que fue una lección histórica. Esas mismas palabras, quizás dichas por otra persona, no hubieran podido ser igualmente entendidas. Pero expresadas por Raúl, que ha defendido la Revolución junto a Fidel en cada momento, fueron muy emocionantes.