Artistas aficionados: ese amor genuino por el arte

Por: Beatriz Vaillant Rodríguez (Estudiante de Periodismo).

Para muchos estas líneas en La Tablilla llegan un poco tarde, más si se analizan los comentarios que para bien o para mal han suscitado las galas de artistas aficionados de nuestra universidad, en el marco de las Jornadas Culturales. La FITIB marcó el inicio de estas noches en el teatro universitario, al que cada vez más asisten tanto estudiantes como habitantes de las comunidades aledañas a la escuela; es común escuchar a los niños preguntar cuál gala toca este u otro día.

“60 Vidas y +” fue el título escogido por la Facultad de Ingeniería Química y Agronomía (FIQA) para presentar su espectáculo con hora y media de duración. La gala, como toda obra humana es perfectible, sobre todo si de artistas aficionados hablamos… Para esta reportera uno de los mayores aciertos de la noche fue el humor, bien interpretado por el grupo de teatro de la Facultad y el modelaje, especialmente por la creatividad de los diseños presentados, lástima que este no compita como manifestación artística. Las danzas lucieron, mostraron la mezcla étnica de la que estamos hechos los cubanos y los matices de nuestra cultura, simbiosis del componente africano y europeo en su mayoría. La locución, merece punto y aparte en este comentario, que en casi todo momento empañó la sobriedad del espectáculo, en gran medida por la poca fluidez del locutor masculino, hasta caer en la redundancia de ciertos bocadillos que mostraron desubicación geográfica; aunque esto no desmeritó el esfuerzo de estudiantes y profesores por brindar lo mejor del arte que hay en las aulas universitarias. El grupo Ápice calentó la noche con canciones de su propia autoría, y los solistas presentados, fueron ovacionados por el público joven, el jurado y las autoridades universitarias presentes.

Contra viento y marea

Contra viento y marea la Facultad de Ciencias Sociales realizó su gala de artistas aficionados el martes 13. La superstición pudo jugar su papel, mas no se impuso a la voluntad de profesores y decana para que un grupo de estudiantes tomaran por asalto el escenario y mostraran lo mejor del arte, de una facultad con tradición en las jornadas culturales. La prevención, tema principal en este curso, estuvo presente desde la entrada del teatro con un performance, cautivando la atención de todos cuantos pasaban por allí.

“Que sea por Santiago” comenzó de forma inusual. Vestuarios decorados con momentos y lugares de la ciudad recorrieron el escenario poco menos de diez minutos, lo que cautivó la atención del público, más por la belleza de los trajes que por la defensa de las modelos. Si bien las interpretaciones musicales llegaron al corazón de los presentes por lo archiconocidas de las canciones y los cantantes, con las danzas no ocurrió así. El baile representativo de La Tumba Francesa fue excesivamente largo, al punto de cansar a un público que siempre acude expectante para ver las danzas de Sociales y la calidad de sus bailadores, pero es digno reconocer la riqueza visual que aportó la uniformidad de los vestuarios en esta gala, caracterizada ya, por la presencia de bailes haitianos en sus coreografías. A modo de sugerencia, debe tenerse más cuidado con los audiovisuales utilizados como transición, sobre todo si son realizados con imágenes fijas, y la rapidez con que estas pasan para evitar los tiempos en blanco, así como la ortografía.

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