Felicita Dra.C. Diana Sedal Yanes, Rectora de la Universidad de Oriente por el Día del Educador

Hay recuerdos que marcan, significan y convocan. Uno de ellos, es precisamente el reconocimiento oportuno y consensuado, legitimado por el sacrificio desinteresado y resultado del esfuerzo permanente y la convicción profunda de que educar, es una tarea de infinito amor que se consagra todos los días por vocación y elección.

Por estos días, toda Cuba celebra la Jornada del Educador siendo ya tradición en cada recinto el homenaje a aquellos evangelios vivos a que un día hiciera referencia José de la Luz y Caballero. Esos que no están en todas partes, pero se encuentran en cualquier parte. Allí, silenciosamente, cultivando corazones y moldeando el espíritu de las nuevas generaciones.

Nunca será repetitivo recordar que desde los meses iniciales de 1961 se desarrolló en todo la nación la Campaña de Alfabetización, el acontecimiento cultural más importante de la historia de Cuba, más de doscientos mil voluntarios, enseñaron a leer y a escribir a setecientas siete mil personas en menos de un año. Nada ni nadie pudo detener aquella fiesta del saber, ni la invasión mercenaria por Playa Girón, ni el terror provocado por las bandas contrarrevolucionarias que incluyó acciones criminales contra los adolescentes y jóvenes que instruían, y contra los analfabetos que aprendían.

Por esos años, también se desarrollan los fructíferos intercambios de Fidel con los escritores, artistas e intelectuales cubanos, donde se esbozaron dudas e incertidumbres sobre la Cuba que se aspiraba y deseaba construir, así como el papel de la crítica y la libertad de expresión en la nueva sociedad. Dejando expresamente claro que como parte del cambio socioeconómico que se estaba produciendo en nuestro país, era necesario e imprescindible la Revolución cultural que entre otras cosas, nos iba a preparar para enfrentar la lucha ideológica que a partir de ese momento sería muy fuerte y que sin dudas ha trascendido la histórica década de los 60, siendo todavía HOY, nuestro principal desafío.

A esos profesores que un día dejaron su casa y se insertaron en aquella honrosa y humana campaña llegue desde esta institución de Ciencia y Conciencia nuestras más sinceras felicitaciones y sentido reconocimiento por el deber cumplido.

Muchos años han transcurrido y no precisamente los suficientes para honrar a todos los que día a día se esmeran por ofrecer de sí la mejor y mayor contribución a la única profesión que forma a otras. Por ello, hemos hecho de los premios del Rector una noble y deferente tradición que cada diciembre agasaja a aquellos que llevan en su alma frases de agradecimiento eterno de sus educandos y siempre vienen a la mente alguna de ellas:

“Su forma de educar, es algo que jamás olvidaré, son cosas increíbles y que me servirán para toda la vida, usted es parte del recuerdo que vivirá en mi corazón por siempre, no solo por sus enseñanzas, también por todo el cariño y dedicación que tuvo hacia mí.”

“Sus clases cambiaron mi vida y mi forma de pensar y ahora que ya no será mi profesor, pero sí un gran amigo, no puedo dejar pasar la oportunidad de darle las gracias por todo lo que usted me brindo en mi carrera.”

“Gracias profesor por el tiempo que dedica a esta hermosa profesión, por su dedicación, por sus esfuerzos, por su paciencia y compromiso, por enseñarme el verdadero valor de la vida, por guiarme para ser cada día mejor persona,  por compartir ante mí vivencias únicas y enseñanzas magníficas, muchas gracias profe.”

Sin dudas, cada uno de ustedes dejan huellas significativas desde las clases, en las formas y maneras en que se relacionan con los estudiantes, en los métodos de enseñanza y la consecución de la tarea docente e incluso, en la intención y el sello que le imprimen a la formación de valores desde el ejemplo personal.

En el paso de los seres humanos por la vida de seguro tienen al menos más de cinco o seis personas que los recuerdan, sin embargo, los maestros tienen miles de personas que les recuerdan con especial aprecio y GRATITUD, esto es innegable y reafirma la utilidad de la virtud a la que el Apóstol dedicó unas palabras.

Por estos días, he sentido una especial alegría al poder compartir con profesores que obtuvieron el certificado por la categoría docente principal de Profesor Auxiliar y Titular, que fueron reconocidos con la categoría especial de Consultante, profesores internacionalistas y la distinción por la Educación Cubana. A todos, reiterarles las felicitaciones por su contribución permanente.

Hemos asistidos a actos solemnes que prestigiaron la jornada y que realzan la capacidad y entereza del reconocimiento de unos hacia otros. En tal sentido, reconocemos a todos los compañeros encargados de la organización de los mismos que sin dudas, demuestran que aquí, en la Alma Mater oriental, se cultiva el talento y se ejerce con el corazón.

En breve, estaremos arribando al 61 Aniversario del Triunfo de la Revolución y con ello, estaremos festejando la gran oportunidad de defender una Revolución ya adulta, más fortalecida y con sobrada experiencia como para no sorprenderse ante las complejas situaciones por las que a diario estamos amenazados. Hemos acumulado suficiente experiencia como para no impresionarnos con cantos de sirenas, ni engañosas propagandas que edulcoran una realidad que nunca fue y que nunca será real ni posible. Con el capitalismo y los proyectos neoliberales ¡NO NOS ENTENDEMOS! porque nunca ni en las peores circunstancias de la Revolución fue una opción para nosotros, porque Cuba se respeta y siempre estaremos dispuesta a defenderla al precio que sea necesario. Con las manipulaciones y las amenazas de Trump ¡NO NOS ENTENDEMOS!

Y para eso, contamos y cuenta la Revolución con el ejército de profesores, trabajadores y estudiantes de esta mambisa universidad para que el RELEVO SEA SIEMPRE CONTINUIDAD.

Siempre la Jornada del Educador regala reconocimientos, satisfacciones y devoluciones. El esfuerzo queda premiado y el amor cubre el desempeño. Con la premisa de que un buen maestro puede crear esperanza, encender la imaginación e inspirar amor, los convocamos y exhortamos a irradiar su ejemplo en todos los colectivos, a generar pasión y compromiso y donde quiera que estén, puedan poner en alto el nombre de esta universidad, que por este y por todos los tiempos, ya os contempla orgullosa.

A todos los profesores, colaboradores y trabajadores nuestras más sinceras e infinitas felicitaciones.

Muchas gracias.



Visitas: 0

Like

Sé el primero en comentar

Dejar una contestacion

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.